Óscar Mise
En un principio, Germán le hace sentir que
comparte sus mismos intereses. A medida que avanza la relación, le confiesa
tener 20 años; luego admite tener en realidad 25 años. Eso la sorprende, no le agrada que le mienta. Pero Germán le
hace creer que la ama, que le gusta
mucho, que está muy interesado en conocerla personalmente.
Acuerdan reunirse. Al encontrarse, Luz Marina se da cuenta
de que seguía mintiéndole. Es mucho mayor de lo que había admitido. Al menos
tendría 35 años de edad.
Germán intenta
calmarla diciéndole que la edad no importa; que no debe preocuparse por lo
demás. Se asegura de que esa tarde sea lo más agradable posible para Luz Marina. Cuando vio que se habían dado las condiciones
la llevó a un motel donde la presionó para tener
relaciones sexuales. Después que logró
su cometido, desapareció sin dejar rastro. Luz Marina fue víctima del llamado
grooming
¿Qué es el grooming?
Es un término en inglés para referirse a la
práctica de abuso y acoso sexual por parte de personas adultas que se valen de
las tecnologías para ubicar a sus
víctimas, niños, niñas o adolescentes, ganando su confianza haciéndose pasar
por alguien de su misma edad o un poco mayor.
Se valen de la información publicada por la
víctima en las redes para entablar conversaciones que les atraigan haciendo
mención a su afición por un cantante, deporte o pasatiempo. Si la víctima se
encuentra sola o necesitada de atención
y afecto estos “depredadores emocionales” tienen la habilidad de generar la
conexión para que el chico o la chica se sienta valiosa, inteligente,
atractiva, se le toma en cuenta…
El grooming es utilizado por pederastas que,
paso a paso, van ganando la confianza para obtener información sobre la
familia, amigos, fechas especiales, gustos,
lugar de estudios, temores e inseguridades. Pueden presionar hasta que
acceda al envío de fotos, videos o poses en la webcam donde va a resaltar lo
bella o bello que es e invitará a que le muestre una imagen en ropa interior
presionando para que después sea de poses con semidesnudos o desnudos.
Guardará estas imágenes que en algunos casos le
servirán para extorsionar social y emocionalmente a la víctima con la amenaza
de enviar las fotos, videos o sonidos a familiares, conocidos o publicarlas si
no se hace lo que le ordena. Se puede presionar para el pago de sumas de dinero
o para el encuentro en un lugar señalado por el acosador.
Primeros pasos y recomendaciones
El Ministerio de
Justicia y Derechos Humanos de Argentina recomienda cuando se presentan estos
casos:
“No borrar ningún contenido de la computadora o
celular: las conversaciones,
imágenes y videos que el acosador y la víctima hayan enviado deben ser
guardados como prueba. Se recomienda incluso hacer capturas de pantalla y
guardarlas en formato digital o impreso.
No denunciar al perfil acosador en la red social
o plataforma web: al hacerlo, el
administrador del sitio web puede bloquear al usuario y generar una pérdida de
la información necesaria para realizar la investigación. Al ser bloqueado, el
abusador puede con gran facilidad crear un nuevo perfil y continuar realizando
el delito con otras víctimas.
No amenazar o increpar al acosador: a pesar del enojo lógico, esta actitud puede
generar que el acosador se aleje de la víctima, lo que dificultará la tarea de
localización para los investigadores”.
¿Qué podemos hacer las familias?
Puede pasar que
los padres estén completamente desinformados sobre lo que le pasa a sus hijos.
La familia es clave en este proceso de formación para la prevención. Podemos
explicarles que utilizar internet es
como salir a la calle. Hay que estar alerta por dónde circulas, con quién te
comunicas, con qué o quién te recreas.
Enfatizar sobre la
importancia de pensar antes de enviar. Es importante apoyarlos para
que tomen consciencia de que lo
que se publica en internet o sale de tu
propio celular, se convierte en irrecuperable, escapa para siempre de nuestro
control y puede llegar a muchos en cualquier momento.
Analizar que recibir la imagen de una
persona no te da derecho a distribuirla. El hecho de contar con una fotografía o vídeo en
nuestro celular no significa que tengas derecho a hacer con ella lo que nos
provoque pues puede afectar irremediablemente la vida de un compañero o
compañera.
Denunciar cuando son víctimas de ciberacoso. Desde pequeños deben saber que siempre contarán con
nuestra confianza; que les creeremos. Si algún adulto o adolescente
utiliza las redes sociales para dañar, desprestigiar, ofender, humillar… es
necesario que se haga la denuncia.
Puede ser que la ira o la rabia nos embarguen y queramos
actuar de manera hostil para vengarnos y lejos de avanzar; muy por el contrario
empeoraremos aún más las cosas. Es conveniente que no nos traguemos lo que
sentimos. Podemos comunicarlo a personas cercanas de confianza, y de esta forma conseguir la serenidad
necesaria para pensar y actuar.
Hay
que buscar apoyo profesional si reconocemos que nosotros o nuestro adolescente
necesita apoyo especializado para abordar lo sucedido
Hasta
la próxima resonancia
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