Óscar Misle
Tradicionalmente
se ha mantenido concepción de la inteligencia
única. Sin embargo para el psicólogo estadounidense Howard Gardner el
ser humano requiere del desarrollo de varios tipos de inteligencias para
adquirir las competencias para la solución de problemas.
Junto
a sus colaboradores de la Universidad de Harvard plantearon que la inteligencia
académica, esa que posibilita obtener títulos, expedientes académicos no es un factor determinante para conocer la inteligencia de una persona.
Según
Gardner hay ocho inteligencias:
1. Inteligencia lingüística
Capacidad para dominar el lenguaje y poder comunicarse con los demás. No
solo es la habilidad para la comunicación oral, sino otras formas de
comunicarse como la escritura, la gestualidad, etc.
Profesiones en las cuales destaca este tipo de
inteligencia podrían ser: escritores,
poetas, periodistas, políticos…
2. Inteligencia lógico-matemática
Capacidad para el
razonamiento lógico y la resolución de problemas matemáticos. La rapidez para solucionar este tipo de problemas
es el indicador clave.
Los científicos,
economistas, académicos, ingenieros y matemáticos suelen destacar con
este tipo de inteligencia.
3.
Inteligencia espacial
Habilidad
para observar el mundo y los
objetos desde diferentes perspectivas. Destacan los ajedrecistas y
los profesionales de las artes visuales.
Esta inteligencia la desarrollan pintores, fotógrafos, diseñadores,
publicistas, arquitectos, creativos…
4. Inteligencia musical
La música es un arte
universal. Todas las culturas tienen
algún tipo de música, según Gardner y sus colaboradores la inteligencia musical está latente
en todas las personas.
5. Inteligencia corporal y cinestésica
Propia de quienes tienen habilidades corporales y motrices
para manejar herramientas. La inteligencia corporal posibilita expresar sentimientos mediante el cuerpo.
Se destacan en este tipo de inteligencia bailarines, deportistas, cirujanos y creadores
plásticos.
6. Inteligencia intrapersonal
Permite comprender y controlar el interior de uno
mismo para la regulación de las
emociones, centrar el foco de atención.
Quienes destacan en la inteligencia
intrapersonal son capaces de contactar
sus sentimientos y emociones y reflexionar sobre ellos. Según Gardner,
esta inteligencia también permite ahondar en su introspección y entender las
razones por las cuales uno es como es.
7. Inteligencia interpersonal
Posibilita captar lo que las otras personas sienten, más allá de lo que nuestros sentidos logran percibir.
Permite interpretar las palabras o gestos o las intenciones en cada discurso. Tienen
la capacidad para empatizar con los demás.
Es muy valiosa para quienes trabajan con grupos numerosos. Posibilita detectar y entender las circunstancias y
problemas de los otros. Suele desarrollar esta inteligencia los profesores, psicólogos, terapeutas, abogados.
8. Inteligencia naturalista
Según Gardner, la inteligencia naturalista permite detectar, diferenciar y
categorizar los aspectos vinculados al entorno, como por ejemplo las especies
animales y vegetales o fenómenos relacionados con el clima, la geografía o los
fenómenos de la naturaleza.
Se expresa en geólogos, geógrafos, meteorólogos,
ecologistas, excursionistas y todos aquellos que les interesa y disfrutan la
naturaleza.
Un enfoque clave
para la cuarentena
La diversidad de ser inteligente nos ofrece un
abanico de posibilidades para que los estudiantes puedan desarrollar su
potencial y cambiar el paradigma que los
encasilla y margina.
La cuarentena nos coloca frente un desafío muy grande y es despertar
el interés de los estudiantes por la educación a distancia. Con las distintas formas de ser y sentirse
inteligentes podremos lograr atraer su
atención. El arte, el juego, la expresión en
sus distintas formas: corporal, verbal, musical, pueden encender la
chispa de la curiosidad, el interés por el aprendizaje, conocer el mundo, su
historia, aprender de lo cotidiano y
para la vida
Hay que identificar actividades que permitan
ejercitar de forma lúdica, amena y participativa las diversas formas de ser
inteligentes y como ellas influyen en la forma de valorarnos y relacionarnos con nosotros mismos y con los
demás.
Con la pandemia
y el aislamiento físico propio de una cuarentena extendida por más de 7
meses, se ha afectado la salud mental de la familia por la incertidumbre y el agotamiento que sentimos frente a tanta
preguntas sin respuestas.
Es necesario y urgente replantearnos el tipo de
educación que exige este desafiante momento. No podemos seguir viendo al
estudiante como un recipiente vacío al que hay que llenar de información que no
responda al momento que estamos viviendo, a sus necesidades y prioridades.
Necesitamos una educación para la adquisición de
competencias que desarrollen el autoaprendizaje, la autonomía, la resolución de
conflictos, el reconocimiento y manejo de las emociones y mejoren la
convivencia.
Gardner
nos invita a explorar con nuestros niños actividades que posibiliten el desarrollo de sus diversas inteligencias para
descubrir y expresar su potencial físico, cognitivo, emocional y espiritual.
Hasta
la próxima resonancia