Páginas

jueves, 26 de diciembre de 2013

UN CONDÓN EMOCIONAL LLAMADO MIEDO

El condón emocional a diferencia del otro preservativo que, irresponsablemente muchos se resisten a  utilizar,  lo usamos permanentemente y nos resistimos a abandonarlo tanto que  puede convertirse en una segunda piel.
Cuando  vemos a  algún ser querido o cercano expresar  sus sentimientos, inmediatamente, movidos sin duda por el amor, hacemos lo imposible por cambiarle la frecuencia y sintonizarlos en un canal  diferente, en  otras palabras, los estimulamos a reprimir  su emoción.

Tratamos de “preservarlos”  inventando algo que distraiga su emoción para que  no sufra,  para que no se altere y para que no llore. Sin darnos cuenta lo que  hacemos es ahogarlos en su propio caldo,  que pudiese ser muy nutritivo para su crecimiento emocional; pero nuestros  miedos tienen más poder  que nuestras intenciones.

El libro El Caballero de la armadura oxidada del Robert Fisher,   con  más de un millón de copias en todo el mundo, ha  tenido gran  impacto en personas de  todas las edades, sexos y contextos; refleja el proceso de cambio de un ser  humano  que No expresaba  sus sentimientos  debió al dolor y la soledad, sienten como se rompe su armadura hasta ponerlo de rodillas y con la frente pegada al suelo para que por primera vez su corazón estuviera por encima de la razón. 

En nuestro caso no es  una armadura, es un condón. Un protector transparente que da la sensación de  no estar porque no se ve,  pero se evidencia cuando    forra nuestras heridas, sentimientos y emociones… especialmente, cuando el momento íntimo se aproxima y nos da terror la posibilidad de quedar al descubierto. Es ese instante en el que el miedo protagoniza lo que realmente somos, nuestras debilidades y vulnerabilidades. Nos aterra que  nos abandonen o  dejen de amar.

Cada  herida  emocional tiene un condón que se adhiere a su forma y tamaño. Aprendemos a utilizarlo desde nuestro nacimiento cuando somos heridos  en los lugares en los que tendríamos que sentirnos más seguros y protegidos, paradójicamente, eso ocurre cuando estamos bajo el techo de las personas que más amamos.
Con el pasar de los años,  nos  vamos anestesiando emocionalmente para evitar  conectar el  dolor, la tristeza y la rabia. Nos acompaña el miedo de  expresar lo que sentimos. Este condón  no es de  látex, está fabricado de miedos con los aditamentos de  vergüenza y la culpa.

Nuestras heridas nos recuerdan que tenemos dientes y mordemos, o nos mordemos internamente cuando fuimos heridos por el rechazo, el abandono, la humillación, la traición, las injusticias, la  indiferencia y terminamos amando más a quienes no nos aman por no haber sido amados por quienes amamos.

Ahora que finalizamos el año y hacemos ese inventario del que no escapa el amor, valdría la  pena revisar  hasta  que  punto nuestro condón emocional no nos permite mostrar el corazón a nuestros seres queridos para  resonar y mostrar lo que somos, pensamos,  sentimos y soñamos.

¡Feliz Año!

Seguimos Creciendo Juntos

Leer mas en: http://www.revistadominical.com.ve/noticias/firmas/el-condon-emocional.aspx#ixzz2odjjVANm

jueves, 19 de diciembre de 2013

CLIMA POST ELECTORAL ¿Y LA NAVIDAD?

Quienes perciben los resultados como fracaso, seguramente sienten rabia, desencanto, tristeza y frustración. porque no se logró lo esperado. Las expectativas hacen que lo que parecía  una posible luz se torne oscuro y, esto opaque el espíritu navideño.
    Los  que tuvieron de su lado el triunfo sentirán la Navidad de forma diferente. Se sentirán  contentos y eufóricos. Sentimientos  que  deben ser expresados adecuadamente para no provocar sentimientos de rechazo, envidia y rabia en los perdedores.

¿Cómo hacer con esta ensalada de emociones?

Reconocerlas y ponerles nombre.
Tengo rabia, me siento triste y tengo miedo… identificarlas nos permite tomar el control. No es conveniente reprimirlas o evadir la realidad, porque pueden hacernos una mala jugada  y, cuando menos imaginemos, explotamos actuando violentamente, o sufrimos una implosión: esa explosión que se da por dentro y que puede enfermarnos.

Comunicarnos
Compartir los sentimientos con otros nos permite hacer catarsis, desahogamos y soltar eso que nos duele o irrita. Si no logramos desahogarlo, podría afectar nuestra salud física o emocional.

La Navidad  como posibilidad 
El clima  navideño  nos da la posibilidad de encontrarnos. Compartir en familia, preguntarles a nuestros hijos qué le pedirían al Niño Jesús o a Santa, qué mensajes  colocarían  en el arbolito  para mejorar  la convivencia familiar y social. Puede ser un ejercicio interesante para retomar la fe y la esperanza, dar el valor de estar  juntos en las  buenas y en las malas.

Darle contenido al respeto, tolerancia y paz
Podemos dar el ejemplo en la vida  cotidiana, respetando a los familiares que piensan distinto, sin excluirlos, al contrario; compartir la mesa con ellos la noche de Navidad y año nuevo es un mensaje claro de cómo las diferencias  políticas  no afectan el amor a  nuestros seres queridos. Les enseñamos  cómo, a pesar de ser distintos, podemos convivir manteniendo nuestras ideas y respetando lo que otros piensan y sienten, destacando que tolerar no significa renunciar a lo que creemos para complacer a otros.

Estar atentos a lo que  pasa en la escuela
Si nos comentan que el tema político está afectando la convivencia escolar, es conveniente contactar a los educadores para conocer cuál es su percepción y qué están haciendo para manejar adecuadamente la situación de intolerancia o irrespeto. Proponerles que realicen actividades que le den sentido a la Navidad en las  que valoren el compartir, agradecer y respetar.

Invitarlos a participar en las actividades  propias de estas  fechas
Decorar la casa, hacer el nacimiento y  preparar las hayacas. La Navidad  puede ser  una tregua  importante para recuperar la salud emocional, para el encuentro y acercamiento a nuestros seres queridos.

Seguimos creciendo Juntos


Leer mas en: http://www.revistadominical.com.ve/noticias/firmas/clima-post-electoral--y-la-navidad-.aspx#ixzz2nxFGystF

VIOLENCIA. HAY QUE HABLAR CON LOS NIÑOS

  Óscar Misle Óscar Misle Los recientes enfrentamientos armados en la Cota 905 y comunidades aledañas y los operativos que se van realizan...