Óscar Misle
@oscarmisle
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¿Qué le pasa a Sebastián? Tendrá que iniciar su primer grado, quedarán atrás las
rondas para jugar, cantar, leer cuentos.
Deberá empezar su primaria con una
rutina y disciplina que en nada se parece a la libertad que tenía y sentía en su preescolar.
Es muy importante prepararlos
para el inicio de clases. Esa transición suele generar mucho estrés en las familias. Puede que se
detonen emociones como miedo, inseguridad, tensión y puede que el dolor de estómago de Sebastián
no sea un invento.
Lo cambiaron de escuela porque su familia no podía pagar la mensualidad por un
importante incremento. Rechaza este obligado cambio. No sebe con quiénes
se va a encontrar.
También está el caso de
aquellos estudiantes que vivieron en su antigua escuela una experiencia no grata,
arrastrarán la cobija con los recuerdos y frustraciones. Tendrán que relacionarse
con un nuevo maestro o maestra. Ese
nuevo vínculo los llevará a
recordar a la anterior, si hubo una buena conexión tendrán que
vivir el duelo y si no fue grata la experiencia los arroparán los miedos.
Sentirá dudas de cómo será
su relación con los nuevos compañeros ¿lo aceptarán? ¿tendrá que pagar el costo
de ser “el nuevo”?. Si fue
víctima de acoso en su escuela
anterior, seguramente llevarán en su morral la sombra de esa mala
experiencia. Puede ser que sienta
resistencia por las pautas de disciplina que de alguna forma cambiaron durante las vacaciones y ahora tendrá
que adaptarse a una realidad que percibe poco placentera y estimulante.
Seguramente durante las vacaciones se hicieron cambios de ciertos hábitos, horarios que se debieron ir ajustando, poco a poco, antes del inicio de clases.
En ese primer día es cuando más necesitan
sentirse queridos, comprendidos y
apoyados por su familia y recibidos con mucho amor y respeto en los centros educativos,
Volviendo al caso de Sebastián,
lo ideal hubiese sido haber realizado una visita a la escuela antes del inicio
de clases para que pudiera conocer el lugar, las aulas, el patio, las canchas.
Aprovechando ese momento para hablar, aclarar dudas, contarle nuestras experiencias de niños y cómo las
superamos.
Es una transición
Prepararse para el inicio a
clases es una transición que requiere paciencia, empatía, ajustar la hora de irse a la cama, abrir espacios para compartir las expectativas y los
sentimientos sobre lo que desean, temen,
imaginan, sueñan.
Debemos escuchar sus
temores, dudas, intereses con mucha atención y respeto. Es necesario que sientan
que volver a clases no significa un
abandono de nuestra parte. Hagámosle
sentir con expresiones de
afecto, besos, abrazos, que siempre estaremos a su lado para apoyarlos.
Podemos ensayar detalles como colocar en su morral, lonchera o dentro del cuaderno una notica o
dibujitos que expresen cuanto los amamos,
Hasta la próxima resonancia
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