Óscar Misle
@oscarmisle
Elba tiene 50 años, es la tercera de 5 hermanos, soltera, abogada, con mucha
dificultad para ejercer su profesión porque
le toca atender a su mamá de 89 años, quien hace vida entre una cama clínica
y una silla de ruedas, con una demencia senil que vuelve su
humor inestable y de difícil
abordaje emocional.
En el funeral de una comadre se encuentra con
Ricardo, un amigo de toda la vida, con
quien estudió en la universidad y no
veía desde hace algunos años. Solo tenían contactos ocasionales por Facebook.
Ricardo y Elba compartieron
un café en el cafetín del cementerio del Este, Elba le contó lo duro que le resultaba
el rol de cuidadora. Su hermano Joel
había muerto de cáncer en el pulmón y le había tocado muy fuerte acompañarlo en
ese duro proceso y ahora le tocaba cuidar, día
y noche, a la mamá en un país,
donde resulta cuesta arriba conseguir los alimentos necesarios, medicinas,
pagar consultas médicas, exámenes…
Ricardo le preguntó: “¿Y tus hermanos te apoyan?” Elba
con voz baja responde: bueno si, en la medida de sus posibilidades, tu
sabes que mi hermano mayor hace 6 años
de fue del país, a veces nos envía un pequeño aporte en dólares, más bien
simbólico. Con Mary la segunda de mis hermanos, no se puede contar, tu sabes que
ella es muy sensible y se paraliza cuando hay
que tomar decisiones, siempre está pelando, y se queja mucho y eso me
estresa, además se echa sus tragos y eso complica la situación. Carlos Alberto
y Raquel, los dos menores, brillan por
su ausencia, siempre están ocupados, dicen que no les alcanza el dinero, se
mudaron lejos de Caracas.
Raquel utiliza
transporte público, porque se le daño el carro, te puedes imaginar lo
que eso significa. De Carlos Alberto mejor no hablamos, evade la situación,
vive en una montaña que lo aísla del mundo real, se la pasa conectado a
internet, redes sociales, y solo se aparece de vez en cuando con unos dulces, o unas flores… Pero tu lo
escuchas y parece un pastor o un monje budista, depende en que nota espiritual
se encuentre en ese momento. El rollo es que sus sermones no se corresponden
con loa hechos.
Ricardo escuchaba muy atento a Elba, sabía que ese
morral emocional lo cargaba desde hace muchos años, inclusive desde el
bachillerato, mientras Elba le comentaba
lo cansada que estaba de tener que ser
soporte emocional de su mama. Siempre fue una mujer enfermiza, triste y
de mal carácter.
¿Cuántas Elbas tenemos en el pais?
Posiblemente quien lee estas líneas sea un cuidador o
cuidadora que está haciendo de tripas corazones, cansado, deprimido y sin
contatr con un Ricardo que lo escuche, sin juzgarlo, lo apoye de forma concreta
y le brinde el afecto y atención que tanto necesita.
La migración forzada por la dramática situación del
país está dejando desmembradas las familias y los niños quedan al cuidados de
abuelas, también estan adultos mayores
que deben ser atendidos por uno los hijos porque el resto está fuera del
país.
El cuidado del cuidador
A Elba solo le queda tiempo para enfocarse en las tareas que les esperan
y no puede incluir el tiempo para sí misma en la lista de cosas que necesitan
hacer durante el día.
Se siente agotada,
le duele el cuerpo, no duerme bien, toma medicamentos para controlar la
ansiedad. Lo que si no encuentra es la medicina para aliviar su soledad.
Le cuesta pedir a
poyo a sus familiares y amigos, cuando
lo hace se siente culpable de dejar sola a su mamá. Teme por lo que le pueda
pasar algo durante su ausencia. Su amigo Ricardo le expresa que pensar en si misma no lo vea como una acto egoísta, en los
aviones cuando dan las indicaciones para actuar en caso de emergencia, lo
primero que dicen es que a la hora de utilizar las máscaras de oxígeno, lo
primero es colocársela uno mismo antes de colocársela a los demás, solo así
podrá brindar auxilio a los acompañantes
Es importante que
Elba siente que cuando un familiar o amigo
le pregunta “¿Hay algo en lo que pueda apoyar? su respuesta debería ser SI,
especificando cómo puede concretarse el
apoyo, asumiendo que amar se trata de
dar y recibir. Es este caso “Hoy por mi mañana por ti” Siendo especifica si el
apoyo que requiere es económico, para comprar
de alimentos, medicamentos, acompañar a
la mamá estableciendo turnos con los hermanos o familiares…
Deben
estar atentos a su salud física como cuidadora, dormir mal puede ocasionarle
mucho estrés, enfermarse, somatizando o complicando enfermedades preexistentes,
diabetes, hipertensión, problemas respiratorios…Incluso, puede que sienta irritabilidad, rabia y esto eso le produzca sentimientos de culpa. Reservar espacios para
ejercitarse, meditar, relajarse, oír música
son tan importantes como dormir y
comer. Visitar al médico con regularidad
es también esencial para el control de su salud física y emocional
Es
clave que Elba tenga, personas como
Ricardo, con quienes pueda confiar y hablar, para desahogarse y compartir las
dificultades e imprevistos que surjan. Poner en palabra lo que siente,
expresando sus miedos, dudas, tristeza, rabia es muy sano y necesario para su
salud mental.
Hasta la próxima resonancia
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