¿Generación Covid?
Óscar Misle
En días pasados me dirigí a un centro comercial
especializado en venta y reparación de equipos electrónicos para realizar una
reparación de mi teléfono celular. Me asombró ver la cantidad de jóvenes
atendiendo los diferentes comercios. No solamente para invitarte a pasar o vender
un equipo sino para dar asesor y dar las orientaciones sobre el problema y
posibles soluciones. Me pregunté: ¿dónde adquirieron las competencias para
hacer con precisión los diagnósticos y posterior reparación?.
¿Fue en los centros educativos donde cursaron estudios
de educación media o universitaria? La respuesta que encontré con quienes pude
conversar es que lo aprendieron por su cuenta, observando a compañeros, viendo
tutoriales.
“Yo aproveché el confinamiento para investigar y poder
tener un emprendimiento que me permitiera contar con unos ingresos en dólares”
Frente a esta afirmación le consulté: ¿Y tus estudios formales? “Decidí
dejarlos porque prefiero buscar otras formas que me permitan ingresos que nunca
lograré por esa otra vía”
De regreso, mientras caminaba por el bulevar de Sabana
Grande, me sorprendió de nuevo la cantidad de adolescentes invitando a la
clientela a entrar en los negocios de ventas de ropa, zapatos, ofreciendo
comprar divisas, oro. En ese momento pensé. No es cierto que con el
confinamiento la mayoría de los adolescentes está confinada en sus casas. Están
en riesgo de abandonar los estudios formales por considerarlos poco
significativos y útiles
La incertidumbre
como desafío.
Es muy difícil para esta generación no tener
respuestas existenciales que le permita encontrar rutas para transitar hacia
sus sueños y anhelos. Desde el confinamiento le ha tocado sufrir el deterioro
generado, antes de la pandemia, por causa de la emergencia humanitaria compleja.
Un período signado por la ausencia de
recursos económicos, deficiencia de servicios públicos, problemas para la atención sanitaria, sin los
requerimientos alimentarios básicos… por
solo mencionar algunos
Brechas de
desigualdad.
La modalidad de educación a distancia ha puesto en
evidencia la falta de equidad por el ensanchamiento de la brecha entre una
minoría que tiene el privilegio de contar con los medios tecnológicos de acceso
y conectividad al igual que los centros educativos en los que están inscritos y
familias o algún cuidador que pueda acompañarlos para cumplir con las
asignaciones escolares.
La mayoría de la población estudiantil, especialmente
del 80% matriculado en la educación pública, es la que tiene mayores
dificultades para mantener el vínculo con la escuela por las dificultades de
conexión, que también afectan a sus docentes, y deben valerse de la solidaridad
o del esfuerzo de las familias para buscar guías pedagógicas que en muchos
casos no están adaptadas a la realidad de los diferentes contextos.
Hay que decir que muchos estudiantes deben sortear
este proceso sin la figura de adultos cuidadores que están consagrados a la
búsqueda de recursos para la sobreviviencia.
Salud mental
El tema salud y lo que implica para el bienestar físico,
social y emocional es una realidad para
los niños y adolescentes de esta generación. Les ha tocado enfermarse y ver
morir a sus seres queridos sin poder despedirlos y procesar sus duelos.
La violencia intrafamiliar se ha incrementado porque
la paciencia, el manejo de la frustración no permite el control emocional y
surge la agresión como una forma de resolver conflictos y expresar adecuadamente
sentimientos como rabia, tristeza, miedo.
Cuando consultamos a los niños y adolescentes qué es
lo que más extrañan de sus escuelas y liceos, mencionan la interacción con sus
compañeros; sin embargo se quejan de que la educación se reduzca, en la minoría
de los casos, a lo que puedan recibir a través de una pantalla, y en otros
muchos, a través de una guía pedagógica.
El estigma de ser
adolescente.
Ser adolescente se concibe como una etapa riesgosa y
generadora de peligro para los demás. Se les relaciona con rebeldía, rechazo a
la autoridad, superficialidad y ahora como los vectores en la transmisión del
Covid 19. Son pocos los espacios para que puedan expresar sus sentimientos y
realizar propuestas para mejorar la salud y proteger a los demás. En el caso
específico de la salud mental se requieren oportunidades para poner en palabras
las emociones que sienten frente a la incertidumbre.
No podemos quedarnos en tener conscientes los síntomas
de la afección de la salud mental en el presente. Hay que estar atentos a los
efectos psicosociales que puedan hacerse presentes en el mediano plazo. Que no
se manifiesten en el presente no quiere decir que no lo hagan posteriormente
como suele pasar con el estrés postraumático.
¿Son una
Generación de Cristal?
Entendiéndose por una generación caracterizada por la
baja autoestima, que requiere siempre en obtener la aprobación de los demás,
interesada solo por la tecnología aunque no puedan procesar toda la información
disponible de forma madura y profunda, se queja por todo, su atención es por períodos
cortos y sus comentarios suelen ser
efímeros.
Si notamos son
calificativos que generalizan y estigmatizan de forma peyorativa a todos los
adolescentes, metiéndolos en un solo saco, sin embargo en nuestra experiencia
en Cecodap podemos dar fe que
estos niños y adolescentes le están haciendo frente al desafío que significa
vivir los efectos de una cuarentena de más de un año y todo lo que ha
significado desarrollar habilidades para la vida, a veces poco reconocidas y
valoradas en la escuela tradicional, que le permitan transformar la Generación
Covid en Generación Resiliente.
Hasta la próxima
resonancia
No hay comentarios:
Publicar un comentario