Fecha: 16-02-2017
Por: Óscar Misle, @oscarmisle
En nuestro libro “Si los pupitres hablaran” (Editorial Planeta) de Fernando Pereira y este servidor, se realizan reflexiones y propuestas que apuntan hacia las claves necesarias para que las escuelas sean transformadoras
1.- Revisa cómo es el clima de las relaciones en su interior. ¿De qué forma se vinculan sus miembros? Se preocupa por la creación de ambientes de trabajos nutritivos y no tóxicos; donde los conflictos son abordados oportuna y asertivamente y las relaciones del equipo de trabajo son respetuosas y democráticas.
2.- Implementa métodos transformadores. Desarrolla estrategias que posibiliten la participación a través de recursos innovadores, lúdicos y artísticos que desarrollen la creatividad para la comprensión de la realidad y la búsqueda de soluciones a los conflictos cotidianos.
3.- Estimula la cooperación y solidaridad. Se pregunta: ¿estamos formando para la cooperación y la solidaridad o para la competencia y la rivalidad?
No podemos aspirar a un espacio de cooperación e inclusión si mantenemos métodos pedagógicos que promueven el individualismo, egoísmo, indiferencia e indolencia. Incorporar juegos cooperativos, actividades en grupo y cualquier otra que cree vínculos efectivos y afectivos entre los estudiantes y con el centro educativo
4.- Concibe la educación socioemocional tan importante como lo cognitivo. Parte de la idea de que el ser humano no está segmentado sino que lo social, lo emocional y lo cognitivo deben ser abordado holísticamente para darle vida a la formación integral. Los valores son llevados a la práctica a través de la empatía, compasión y reconocimiento y respeto de la diversidad. Esto requiere la interrelación de los conocimientos para que el arte, la literatura sirvan para estudiar la historia, la geografía; para que la matemática desarrolle destrezas para entender la economía y cómo se traduce en la vida diaria.
5.- Reconoce y valora al maestro como un sujeto transformador que estimula la convivencia y la capacidad de los estudiantes para argumentar las discusiones, discernir, dialogar y acordar.
6.- Modela un ejercicio de la autoridad respetuoso y democrático. Involucra a los estudiantes y comunidad educativa en la elaboración de acuerdos de convivencia en aula y ámbito escolar adaptados a cada momento de desarrollo.
7.- Promueve espacios para la participación. Parte de la realidad y propicia espacios para el intercambio de ideas y propuestas con y entre los estudiantes con la posibilidad de ejercer su derecho a opinar y expresarse utilizando diversos medios, tomar decisiones y resolver conflictos.
Seguimos creciendo juntos
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Todo se logra con Vocación,desde el direct@r hasta el docente.
ResponderEliminary sembrarla al estudiante.