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jueves, 10 de septiembre de 2015

ABUSO SEXUAL ¿ATRAPADO EN EL SECRETO?

Por: Óscar Misle, @oscarmisle




Seguimos creciendo juntos. (Créditos: Shutterstock.com)
Una tarde recibí la llamada de un importante, reconocido y exitoso artista. Confieso que me extrañó mucho. Me comentó que una amiga común le había facilitado mi teléfono y que su interés de contactarme era para que lo  orientara.

Una tarde recibí una llamada importante, sin rodeos me comentó: “Te llamo porque quiero proteger a un adolescente de 12 años que está en situación de calle. El chamo me dijo que   era víctima de abuso sexual por parte de uno de los dueños de los autos que él lavaba en el estacionamiento de un edificio”.

Le aclaré que el abuso sexual es un delito y que hay que denunciarlo. Rápidamente me respondió que hasta ahora no había violación. Eso me dio pie para aclararle que el abuso sexual es toda acción violenta o no, en la que una persona utiliza su poder para satisfacerse sexualmente con el niño o niña.

No solo es penetración. También hay abuso si el adulto le pide al niño  que le toque los genitales para masturbarlo. Le exhibe o lo hace participar en videos o películas pornográficas. Hay penetración anal o genital, por solo citarte algunas situaciones.

En ese momento un profundo silencio del otro lado del celular me hizo pensar  que la llamada se había interrumpido. La información había tocado una vieja herida de este exitoso personaje. Con voz entrecortada me confiesa:   “Yo  fui víctima de abuso sexual por parte de un sacerdote del colegio en el que estudiaba. Eso lo he guardado  por años”.

Para mí fue muy difícil escuchar una confesión tan íntima de alguien que  solo conocía por las pantallas de un televisor o por emisoras de radio.
En la conversación telefónica su herida  tomó la palabra  para compartir su rabia y dolor.  A partir de ese momento, quien hablaba era el niño abusado y herido. Sentimientos que estaban encapsulados pero que afloraron al ponerse  en el lugar del adolescente víctima que deseaba proteger. 

En el fondo era su niño interior abusado el que buscaba atención y  protección.
El caso de este destacado personaje pone en evidencia lo difícil que resulta abordar el tema de la sexualidad, especialmente en lo referente a las relaciones sexuales. 

Me comentaba que recién había “sacado del closet” esta situación y que le generaba ansiedad porque durante muchos años lo guardó en silencio, con todo el peso emocional y psicológico que significó para él.
Para él no fue fácil buscar apoyo profesional, y más por su condición de niño varón. 

Por miedo, ocultó el abuso para evitar que se pusiera en duda  su masculinidad. Temía denunciar la situación por lo que implicaría para su familia asimilar que su  hijo  había sido abusado sexualmente.

A pesar de no haber retomado el contacto, hice seguimiento de su trabajo a través de la prensa, por entrevistas que le hacían sobre el tema de la discriminación y abuso sexual. Por las redes sociales me enteré que apoyaba organizaciones e iniciativas relacionadas con el tema de la diversidad y violencia sexual.

Su herida activó conexiones importantes con él y con otras fuentes que le permitían procesar sus  heridas en el proceso de florecer.

Seguimos creciendo juntos



Leer mas en: http://www.revistadominical.com.ve/noticias/firmas/abuso-sexual.aspx#ixzz3lNCf5jFO

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