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martes, 12 de noviembre de 2013

Docentes deben registrar situaciones de acoso escolar


Congreso violencia Oscar Terrero CecodapEn los recientes I Congreso Internacional sobre Violencia y II Congreso Nacional sobre Agresión Humana y Mentalidad Criminal, organizados por la ULA en San Cristóbal, el psicoterapeuta Oscar  Misle Terrero señaló la importancia de que los docentes diferencien un simple chisme o “chalequeo” del reporte de un acoso, al acosado le recomienda llevar un diario sobre las situaciones acontecidas y a las familias no hacer justicia por sus propias manos.
El especialista, fundador y director del Cecodap, organización venezolana pionera en la promoción y defensa de los derechos de los niños y adolescentes, definió el acoso como “la molestia sistemática de una persona frente a los demás”, al tiempo de identificar tres tipos de actores en este tipo de situaciones, como son el acosador, el acosado y los testigos.
Al acosador lo identificó como una persona proveniente de familias en las que no están bien establecidos los límites y,  por ello,  se tiende a la anarquía, puede proceder de hogares inflexibles, también puede ser una persona con trastornos neurológicos o que a su vez es víctima de agresión -esto se desconoce -  lo que si es cierto, afirmó “es que usa el poder para dañar a otro de manera sistemática, en su  afán de reconocimiento social”.
El acosado o víctima se tiende a asociar con un niño tímido, de lentes, con baja autoestima, que no le gusta la violencia, con una discapacidad  –este es el estereotipo- sin embargo, puede tratarse de un menor que es acosado por poseer buena presencia o presentar características,  virtudes o actitudes que lo hacen resaltar frente a los demás.
Cecodap
 Imagen tomada de la página digital del Cecodap.
Los testigos, por su parte, son espectadores de la situación de acoso y sirven de público al acosador para agredir a su víctima, generalmente continúan asumiendo este rol por falta de intervención de los docentes o autoridades de los planteles, quienes, bien por desconocer cómo actuar en este tipo de situaciones o por confundirla con un simple “chalequeo” permiten que estas situaciones se susciten y repitan, y “esta falta de intervención produce un mal clima escolar”, según el sicólogo.
Las familias de los que son agresores tienden a no aceptar la situación en la que participa su hijo y a veces se sienten hasta “orgullosos” de la situación en la que el menor es protagonista, por su parte, las familias de los acosados tienden a desconocer la situación que ocurre porque el propio acosado las oculta por vergüenza o rabia y en oportunidades ante la falta de actuación de la institución escolar, las familias de las víctimas buscan hacer justicia por sus propia manos.
Formas de acoso
Entre las formas de acoso, el psicoterapeuta identificó tres tipos, como son el acoso verbal, generalmente utilizado por las personas del género femenino, el acoso físico –lepes, zancadillas, ocultamiento de bultos y materiales escolares o personales- generalmente utilizado por varones, aunque no es exclusivo de estos,  y el acoso relacional que consiste en no tomar en cuenta al otro “no te miro, no te invito a mi fiesta, no te permito que hagas deporte”, entre otras formas de anular e invisibilizar al acosado.
El psicoterapeuta señaló esta última forma de acoso como una de las más perjudiciales y que afecta más a los adolescentes, mencionó el reporte de 3 suicidios en una sola semana y en un solo estado del país como ejemplo de cómo  el fenómeno del acoso está golpeando a los menores, uno de ellos el de una joven que era acosada por sus compañeras por el solo hecho de ser muy bonita.
 El psicoterapeuta Oscar Misle durante su intervención en el congreso. (Foto: Marlene Otero)
Recomendaciones
El especialista, al final de su exposición giró una serie de recomendaciones para los distintos “actores” de este tipo de eventos, como son, a las víctimas del acoso se les recomienda llevar un diario para describir cada situación de acoso, cómo lo hicieron, quienes participaron, día, hora, porque en la medida que se van descubriendo las debilidades del acosador, se van encontrando las fortalezas de la víctima y así cesa su poder, el del acosador. Se le recomienda no enseñar su diario a nadie.
Al docente también se le recomienda registrar el evento, cuándo ocurrió, hora, participantes, relatarlo con nombres y apellidos, circunstancias, diferenciar un reporte de un acoso con un chisme. Recordó que la LOPNA establece el derecho y el deber de denunciar ante las autoridades competentes este tipo de incidentes.
Respecto a la responsabilidad que le compete a los adolescentes acosadores, el especialista recuerda –artículo 528 de la LOPNA-  que el joven que incurra en este tipo  de hechos punibles debe responder por el hecho en la medida de su responsabilidad.
A las familias, el psicoterapeuta les recomendó evitar tomar medidas por sus propias manos pero tampoco obviar o hacerse de la vista gorda frente a situaciones en las que sus hijos o familiares son víctimas de acoso o juegan el rol de acosadores.
Marlene Otero
11/11/2013


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