Por: Oscar Misle
Hay que decirles la verdad, porque los fantasmas de la imaginación suelen ser más crueles que los datos de la realidad.
Las situaciones del país, los sucesos y acontecimientos pueden afectar la forma en que niños y niñas se comportan. La muerte de un ser querido, una mascota, genera en los niños y niñas emociones mezcladas que no saben y no pueden identificar.
Cuando los niños están afectados emocionalmente por un suceso importante, como es la muerte, se generan reacciones diversas en las familias, escuela, sociedad. Surgen las incertidumbres propias que dejan las pérdidas en los dolientes directos y en quienes lo perciben a distancia porque no existen nexos afectivos o de ideas.
¿Qué podemos hacer?
• Preguntarles qué piensan y sienten sobre la muerte del ser querido. Parafrasear lo que dicen para que se sientan escuchados y tengan la oportunidad de aclarar algo que no interpretamos bien.
• No engañarlos haciéndoles creer que nada está pasando. Recordemos que los fantasmas de la imaginación suelen ser más duros que los datos de la realidad; en otras palabras, lo que no se le dice, lo imagina.
• En los duelos se viven diferentes momentos en los que la rabia, negación, culpa, tristeza se expresan de diferentes formas y no siempre con palabras. Puede ser que un niño afectado por un duelo se comporte más agresivo si siente mucha rabia por la pérdida, aunque sea indirecta.
Es necesario que viva el duelo y no distraerlo para que "olvide" la pérdida. Si nuestros niños no logran expresar sus emociones y las reprimen, podrán expresarlas de forma violenta en la casa, escuela, con otros amiguitos o, por el contrario, pueden enfermarse al somatizar lo no dicho o expresado.
Es necesario que viva el duelo y no distraerlo para que "olvide" la pérdida. Si nuestros niños no logran expresar sus emociones y las reprimen, podrán expresarlas de forma violenta en la casa, escuela, con otros amiguitos o, por el contrario, pueden enfermarse al somatizar lo no dicho o expresado.
• Es importante crear oportunidades y posibilidades para que puedan expresar sus sentimientos a través de narraciones, dibujos, juegos en los que puedan compartir lo que sienten, para identificar señales que nos permitan apoyarlos.
• Suele ser útil, dependiendo de la edad, comentarles lo que pensamos y sentimos para que se sienta acompañado y tomado en cuenta. Una tarea nada fácil, si nos cuesta controlarnos emocionalmente. En estos casos, en los que perdemos el autocontrol, puede ser muy útil el apoyo profesional.
• Los niños pueden expresar con su dolor y rabia su rechazo porque no les dijeron la verdad, expresando con resentimiento que les hubiese gustado que tomaran en cuenta sus opiniones, y respetaran sus sentimientos.
Seguimos creciendo juntos
Buena recomendación. Llamamos a la paz, pedimos concordia...Esta es una manera tan buena como cualquier otra de hacer algo por lo que esperamos. Hacer que nuestros pequeñines entiendan, comprendan y actúen acertadamente.
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