Óscar Misle
Según M. Mercé Conangla nuestro mundo afectivo raramente está pintado de un solo color. No es una paleta con colores simétricamente separados, en el lienzo de la vida los colores se mezclan, se chorrean, se secan, se agrietan... Podemos estar sorprendidos y alegre, o tristes y tener rabia. Se hace evidente en los momentos de duelo por pérdidas humanas o materiales.
Según M. Mercé Conangla nuestro mundo afectivo raramente está pintado de un solo color. No es una paleta con colores simétricamente separados, en el lienzo de la vida los colores se mezclan, se chorrean, se secan, se agrietan... Podemos estar sorprendidos y alegre, o tristes y tener rabia. Se hace evidente en los momentos de duelo por pérdidas humanas o materiales.
No es fácil definir una emoción, ha sido mucho lo que se ha dicho, pero resulta complicado porque es algo intimo y personal . Sabemos que aunque se expresan orgánicamente no son solo respuestas fisiológicas.
Ramiro calle lo expresa muy bien cuando nos dice que una lágrima no es solo un líquido que contiene sal, fósforo… En una lágrima hay sentimiento, vida... bien sea de alegría o dolor.
Desde que existimos las emociones son respuestas que surgen de forma inesperada y nos delatan cuando enrojecemos por rabia, vergüenza , temblamos por el miedo, nos excitamos frente una imagen erótica.
Las emociones nos impulsan a realizar una acción que puede tener un fin o simplemente explotan sin que podemos ejercer control.
Según Daniel Goleman las emociones son impulsos para actuar esos planes instantáneos que nos permiten manejar nuestra vida en el proceso evolutivo que transitamos todos y durante toda la existencia.
Sin embargo a veces estamos anestesiados para evitar el dolor, nos escondemos en el trabajo por miedo al desamor, por desilusión recurrimos a las adicciones que son los caminos equivocados al amor, optamos por la soledad para no asumir el riesgo de compartir la vida entre dos
Hasta la próxima resonancia
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