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sábado, 23 de julio de 2011

ESTOY FULL! NO TENGO TIEMPO.

Óscar Misle

Johan (7 años) un día me comentó: En mi habitación, por las noches, se metía un monstruo en el closet, yo siempre lo veía. Me ponía a gritar y  mi papá no me creía. Me decía: “Eso lo inventas por estar viendo tanta televisión”. Yo creo que él también tenía miedo de encontrarse con el monstruo”.
Le dije a johan, eso  último que me contaste me hace pensar en una buena propuesta, pídele a tu papá  que abra la puerta del closet para que vea si hay o no un monstruo. Johan  me respondió: ¿Y si me descubre y se da cuenta que no está?, más nunca va a venir a mi cuarto a acompañarme. Ese monstruo era su cómplice para llamar la atención de su papá.

Después de un tiempo, la mamá me contó que una noche el niño comenzó a gritar para que vinieran a liberarlo del monstruo. El papá fue al closet, fingió ver al monstruo y lo reprendió, lo mando a salir de la habitación y le dijo ¡No vuelvas a venir a molestar a johan!, yo estoy aquí para protegerlo, cuidarlo y quererlo…El niño, con cara de picardía y satisfacción, por el heroísmo de su papá, lo abrazo y le dijo “Papá vas a cumplir  todo lo que le prometiste al monstruo? el papá le dijo que si y  johan muy emocionado lo abrazo.

El papá de johan era un hombre obsesionado por el trabajo, llegaba a la casa cuando todos estaban dormidos. Los fines de semana los utilizaba para estudiar, investigar, hacer informes…estaba demasiado ocupado y no tenía tiempo para el amor. Afortunadamente johan consiguió un monstruo que le devolvió a su papá.          
Cuantas veces necesitamos inventar  historias, generar enfermedades, pretextos... para decirle a nuestros seres  queridos: “Aquí estoy” pero  sus preservativos emocionales se revisten del “aquí no está pasando nada” Para hacer como esa triada de monitos que utilizan sus manos, uno para taparse sus ojos, el otro los oídos y el tercero la  boca para no ver, escuchar ni hablar.

Asombra cuando  escuchamos  las historias de familiares y parejas que  se sorprenden cuando descubren  que su hijo o hija tiene años consumiendo  alcohol o drogas, o la pareja que  tiene años con un amante, o la hija adolescente  ha tenido dos abortos y ni  te enteraste ¿Dónde estábamos cuando  sucedió todo esto? 

Hasta la próxima resonancia 

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