Por Óscar Misle
Se generó mucha frustración cuando el ejecutivo anunció que esta Semana Santa sería de cuarentena radical. Se había anunciado que sería de cuarentena flexible
Cuando
se decretó la cuarentena en el país, a partir de la detección de los primeros
casos del coronavirus, no entendíamos
mucho cómo asumir el aislamiento. A medida que pasan los días hemos ido asimilando que es una medida preventiva importante para no enfermarnos y evitar
que otros se enfermen.
Se
requiere tomar conciencia de la responsabilidad de cuidarnos y cuidar a otros.
No son unas vacaciones; pero si será un período en el que estaremos un buen
número de días juntos. Puede que
sintamos mucha angustia por la incertidumbre de no saber cuánto tiempo
durará la cuarentena. Podemos tomar el camino de la desesperación o el de la
aceptación. El primero nos lleva a
desesperarnos y nos impulsa a buscar información. El problema es qué tipo de información,
de qué fuente, porque si además nos saturamos leyendo todo lo que circula por las redes sociales o por los WhatsApp
esta opción nos lleva con seguridad al abismo de la desesperación.
El
camino de la aceptación nos permite ubicarnos en la realidad y reconocer que
existe el problema; pero también que en nosotros está el poner de nuestra parte
lo que nos toca desde el punto de vista higiénico, formativo y de
responsabilidad ciudadana.
Resiliencia en cuarentena
La
palabra resiliencia ha sonado mucho en los últimos años en el país. La
emergencia humanitaria compleja que hemos padecido nos ha llevado a reflexionar
sobre cómo podemos salir fortalecidos de esta crisis social, política,
económica en la que estamos atrapados
El
término resiliencia viene del
inglés resilience, y es la
posibilidad que tenemos los seres humanos para superar situaciones de trauma,
duelos, accidentes, desastres naturales y salir fortalecidos sin que la salida
sea autoagredirnos, agredir a otros, hacernos adictos…
Según
Stefan Vanistendael la resiliencia es la capacidad de una persona o de un
sistema social de vivir bien y desarrollarse
positivamente a pesar de las condiciones de vida difíciles.
Cuarentena en familias
resilientes
La
familia resiliente es aquella que
posibilita a cada uno de sus integrantes la capacidad de seguir creciendo en situaciones adversas.
Concibe los acontecimientos de la vida como parte de un proceso transformador y
constructivo.
Factores protectores de la
familia resiliente en el contexto de la cuarentena
Redes de apoyo social.
Contar con familiares que brinden
soporte emocional durante y después de la cuarentena. Salir fortalecido no
implica una actitud pasiva o resignada frente a las dificultades. Significa ir
desarrollando las habilidades sociales para lidiar con el dolor, la
frustración, la impotencia, convirtiendo las cuevas en túneles, gracias a la
compañía y apoyo del grupo familiar comienzan a descubrir la luz interior
Confiar en que la persona
afectada es mucho más de lo que muestra. Como
familia podemos descubrir, mostrar y desarrollar nuestras fortalezas, la posibilidad de descubrir en la cuarentena lo que hasta ese momento estaba oculto.
Comunicar sentimientos y emociones.
En estos día es importante sentir que en la familia nos escuchamos, que cada quien pueda expresar lo que siente y expresarlo sin
sentirse juzgado. Que tengamos posibilidades para expresar nuestra rabia,
miedos, dudas, desconciertos, sin agredir ni ofender; pero también manifestar nuestros intereses,
motivaciones y esperanzas.
Reconocer cuando realizan una
actividad o acción. Es necesario reconocer aquello que estamos haciendo bien. No
solo valorar el resultado final, sino también el esfuerzo
realizado y las destrezas demostradas. Felicitarnos, cuando lo reconocemos, no quedarnos
en las frases “lo hiciste bien” o “está
bonito”, sino argumentar por qué nos
parece importante el esfuerzo realizado.
Tener fe en que las
situaciones pueden cambiar independientemente de los efectos
que pueda haber generado el coronavirus. Es necesario el apoyo espiritual y afectivo. Compartir momentos
de oración y meditación que
posibilitan apreciar que en la
vida la fe y la esperanza permiten que se trasciendan los momentos difíciles.
Utilizar el sentido del humor,
valorar y disfrutar las salidas humorísticas que nos dibujan sonrisas y mejoran nuestro
estado anímico. No como una forma para escapar de la realidad, sino la
posibilidad de ver el lado jocoso de la vida y de las circunstancias.
Aceptar a los otros por lo que
son. Aceptarnos tal y como somos, no por lo que
debería ser; aunque en algunos momentos surjan desacuerdos, no nos deben distanciar. Es importante no hacer comparaciones entre los miembros de la
familia, resaltando permanentemente nuestras carencias. Reconocer y valorar nuestras
actitudes y aptitudes, no solo en las
grandes acciones sino en las cotidianas.
Mantener responsabilidades
compartidas en el hogar. Nos da la posibilidad de
apoyarnos y cooperar. Podemos distribuir las tareas tomando en cuenta la edad y
condiciones de cada miembro de la familia.
Apoyar con las asignaciones
escolares. Requiere paciencia, mucha comunicación y
creatividad. Debe haber un equilibrio en la cantidad de asignaciones por parte
de los centros educativos.
Promover el buen trato. Posiblemente surjan conflictos por la diferencia de
intereses. Debemos autocontrolarnos para no reaccionar violetamente. Si
necesitamos desahogarnos llamar a un familiar o amigo que esté dispuesto a
escucharnos, apoyarnos. Es necesario
reconocer nuestras emociones y poderlas expresar sin agredirnos ni agredir a
otros.
Establecer acuerdos claros
para la convivencia y preservar la salud. Qué es
lo que podemos o no hacer para compartir estos días de aislamiento preventivo.
Reiterar la importancia de la higiene, especialmente lavarse frecuentemente las
manos con agua y jabón, no salir de la casa, a menos que sea por una
emergencia.
El sentido de la vida
Más que reflexionar teóricamente sobre el sentido de la vida, de lo que trata
es de identificar, día a día, como lo
que somos, sentimos y hacemos tiene sentido para nuestra vida. Estar
atentos a cómo están viviendo estos
momentos nuestros familiares y amigos, utilizar las tecnologías para
conectarnos y apoyar a otros, le da
vida a la solidaridad, empatía, cooperación, y de esta forma sentirnos útiles socialmente.
La
resiliencia no debe justificar la existencia de injusticias, al contrario debe
fortalecernos para transformarnos y ser
referentes importantes para otros. Si
otros pudieron, nosotros también podemos
salir fortalecidos de la adversidad.
Hasta la próxima resonancia
No hay comentarios:
Publicar un comentario