Óscar Misle
La adolescencia es un período caracterizado por retar al
adulto, a las normas, pensar que lo malo “le sucede a otros”. En esa etapa se viven desafíos que permiten el crecimiento, la madurez y
la aceptación como personas.
Los ayuda a superar escollos en la vida y a entender el entorno. Sin
embargo, existen una clase de retos que se convierten en peligrosos; justamente
los que se hacen cada día más virales y cuyas consecuencias pueden ser fatales.
El periodista Erick González, especialista en derechos humanos, recogió los comentarios obtenidos
en un espacio realizado por Cecodap para
la reflexión con 65 adolescentes con el
fin de conocer por qué les parecen atractivos los retos. La reunión
es la sexta edición de Adolescentes Toman la Palabra, una actividad que
estimula la participación ciudadana.
¿Cuál es el atractivo?
Los adolescentes participantes coincidieron en que la falta de
autoestima, la presión social, el querer pertenecer a la mayoría y el poco
discernimiento fueron los principales factores que llevan a muchos a
practicarlos sin pensar en las consecuencias.
Para Carlos, (15 años), los adolescentes se sienten atraídos a los retos
virales “…porque están en las tendencias, y por la curiosidad”. Para el
adolescente no hay diferencia entre el sexo o la edad de los jóvenes que
realizan los retos: “pareciera que todos buscan encajar en un grupo. El chico o
la chica lo hace para integrarse a un grupo de populares”.
Según Viktor, (14 años), los retos son particularmente atractivos para
los varones, “A los varones normalmente nos gustan los retos porque podemos
medir agilidad, fuerza y resistencia. Lo importante es saber diferenciar entre
un reto bueno y otro malo que nos pone en riesgo, porque atenta contra
nosotros”.
Varios de los participantes coincidieron con la respuesta de Carlos.
Entre ellos, Anabella, (14 años), subrayó la capacidad de los adolescentes de
discernir entre lo bueno y lo malo. “Veo que los retos nos pueden llevar desde
lo más divertido a lo más catastrófico. Como adolescentes tenemos que ver qué
nos puede llevar a un disfrute y un buen momento y qué nos pone en riesgo
nuestra salud mental y física”,
El rechazo social y querer encajar puede producir alteraciones en el
estado de ánimo, causando baja autoestima. Bárbara (14 años), cree que ambas
circunstancias impulsan a los adolescentes a realizar retos peligrosos. “Haces
los retos porque sientes que estás solo y no encajas. Te quieres unir a un
grupo de personas. Esas personas te retan a que hagas tal cosa, algo peligroso.
No hay que dejarse llevar por eso. Te tienes que aceptar a ti mismo. Puedes
tener retos personales, que quieras tú, no porque otra persona te haga
cumplirlo”
Reconocer las consecuencias
Las consecuencias de los retos virales de internet pueden ser fatales,
como fue el caso de Mariana, de 14 años, quien falleció luego de seguir los
pasos de un reto viral de internet. Esta no es la primera vez que en el país se
registra una muerte en la práctica de los retos virales. En 2017, el Informe
Somos Noticia de Cecodap registró que una adolescente de 15 años falleció en el
estado Lara al realizar los retos del juego
La Ballena Azul. Dos años después, otro informe de Cecodap
encontró que un adolescente de la misma edad murió en las mismas circunstancias
en el estado La Guaira.
Los adolescentes que participaron en Adolescentes Toman la
Palabra destacaron que la comunicación con padres, comunidad y
colegio o institución educativa, debe estar presente en todo momento. “Se
deberían hacer charlas sobre las consecuencias que pueden traer los retos.
Hacer charlas interactivas, para que los adolescentes no lo tomen como un
regaño, sino más bien que vean que es algo por nuestro bien”, según Valeria, (16
años).
Amanda, (16 años), coincidió que una charla sincera y sin eufemismo es
lo mejor para hacer entender a los adolescentes sobre las consecuencias de algunos
retos virales en internet. “Lo mejor es una charla y hacerles entender a los
adolescentes que los retos son peligrosos y cuáles son las tragedias que se
pueden cometer. Claramente, de la mejor forma”, agregó.
Para Giovanny, (15 años), la mejor forma de prevención de los retos
peligros es hablando sobre las consecuencias físicas y mentales. “Si le
comentas las consecuencias que trae esos retos, a través de los casos trágicos
que han ocurrido, y le demuestras el dolor que causó en sus cercanos, se puede lograr que el adolescente
piense en lo que le queda por vivir”.
Para finalizar el conversatorio, Fernando
Pereira, cofundador de Cecodap, instó a los adolescentes a proponer
espacios en sus instituciones educativas para hablar sobre las consecuencias de
los retos virales en internet.
La violencia no es un juego
Es importante dejar claro que ese tipo de prácticas violentas no pueden
ser consideradas “juegos”. Son acciones que ponen en riesgo la integridad
física y la vida. La educación emocional es clave.
Debe iniciarse desde el preescolar para que el niño vaya adquiriendo habilidades emocionales para desarrollar el respeto al otro, la empatía,
la compasión, el fortalecimiento de su autoconcepto. De esta forma formaremos
adolescentes más conscientes de sus estados emocionales, podrán decir “NO”
frente a las presiones grupales, especialmente en aquellos juegos o practicas violentas que ponen en peligro la
integridad física y la vida personal y la de otros.
Hasta la próxima resonancia
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