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viernes, 25 de enero de 2019

EL AMOR EN TIEMPOS ADVERSOS

En estos momentos por los que atraviesa el país necesitamos sentir el amor de nuestros seres queridos. Sabemos que nos quieren, pero ahora más que nunca necesitamos sentirnos queridos.

Valdría la pena preguntar si se sienten amados. En un primer momento quizás respondan que sí, y argumenten que no les falta lo básico. Posiblemente en el fondo sienten que carecen de algo que cuesta poner en palabras.
En lo cotidiano nuestras conversaciones suelen ser secuestradas por los temas de la inflación, reconversión, lo confundidos que estamos con los nuevos billetes, con menos ceros pero se quedan cortos a la hora de pagar.
Los lamentos por el desabastecimiento de alimentos, medicamentos, repuestos para el carro… nos convierten en monotemáticos y nos quedamos sin energías para compartir los afectos. Sin embargo sabemos que cuando más necesitamos expresiones de amor y presencia es en los momentos difíciles, en esas circunstancias en las que nos sentimos solos, con miedo o impotencia por todo aquello que escapa de nuestro control.
Seguramente en nuestra historia personal, cuando hemos tenido crisis por separaciones, duelos, diagnóstico de una enfermedad personal o de algún ser querido, pudimos superar el tsunami emocional gracias a la presencia de amigos y familiares que nos apoyaron y acompañaron.
Paradójicamente son las situaciones difíciles las que nos permiten crecer, nos llevan a descubrir nuestras fortalezas e inclusive sirven de “cable a tierra” para tocar realidad y reaccionar.
¿Cómo responder a nuestros niños?
Seguramente, en estas circunstancias tan complicadas surjan preguntas que no queremos o no sabemos responder. Quisiéramos resguardarlos para que no se afecten emocionalmente.
Cuando hacen preguntas es porque algo vieron, escucharon o sintieron. Ayuda repreguntar para identificar de dónde surge la interrogante para responder de forma honesta y sencilla.
Queda de nuestra parte tomar la decisión de esconder o no lo que sucede. Si ocultamos se corre el riesgo de que asuman como normal que las personas hagan largas colas para todo, coman de la basura, nos quedemos sin agua o sin luz por largos períodos de tiempo, no alcance la comida, no consigamos medicamentos.
Tenemos la otra opción, formarlos haciéndoles ver que las cosas deben cambiar, que hay responsables de que no funcionen y que el estado tiene una gran responsabilidad de generar los cambios y como ciudadanos podemos y debemos exigir nuestros derechos.
Si no lo hacemos nosotros otros lo harán y posiblemente de forma poco adecuada. La imaginación también se encarga de hacer lo suyo y comienzan a buscar respuestas que pueden distorsionar sus percepciones de la realidad.
Cuando hablamos de responder no solo nos referimos a las palabras, sino también con qué actitudes reaccionamos.
Las repuestas afectivas con abrazos, besos y otras expresiones de amor son importantes para sentirnos amados y acompañados.
Hasta la próxima resonancia

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