Óscar Misle
En nuestra imaginación surgió la pregunta: ¿Qué traerán en sus morrales, además de cuadernos, lápices, guías…? ¿Emociones como rabia, rencor, tristeza, frustración producto de duelos por pérdidas de familiares, divorcios,separaciones, problemas económicos…?. ¿Traerán guardados sueños, esperanzas, propuestas? ¿Qué oportunidades tendrán para ventilar todo eso que traen en su pesado morral? ¿Qué nuevas cargas llevarán a sus casas sin que tampoco tengan tiempo y espacio para compartirlas con sus familias?
Con esta imagen iniciamos la actividad y ciertamente pudimos comprobar que mucha de la violencia escolar tiene que ver con esa explosión de todo lo reprimido, lo no dicho... Son muy pocas las oportunidades y posibilidades para revisar nuestros morrales y ver lo que hay dentro,
No solo los y las estudiantes van a los centros educativos con sus pesados morrales ¿y los maestros? ¿Cómo está su carga?. No es para nadie un secreto el malestar que sienten muchos educadores por lo mal remunerado que está su trabajo, el poco reconocimiento social de su labor, lo sobrecargado que se encuentran por la necesidad de buscar recursos económicos adicionales y para Ud de contar.
El hecho es que en los centros educativos no hay tiempo ni espacio para expresar todos esas cargas socio-emocionales y buscar salidas a los problemas de violencia escolar que tiene tomados los pupitres, patios, cantinas...¿ No hay tiempo? ¿ y qué hacemos con esta situación que se nos va de las manos?
Hasta la próxima resonancia
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