Por: Óscar Misle @oscarmisle
En una reunión con estudiantes, 4to grado, estábamos hablando de la familia y uno de los niños dijo: “En mi escuela no se celebra el día del padre” aprovechando su intervención le pregunté: “¿por qué será?” Y sin pensarlo respondió: “Es que las mamás son más importantes que los papás”.
Una niña levantó la mano y argumentó: “Es que las mamás son las que nos cuidan, nos dan la comida, nos llevan al médico. Los papás trabajan para conseguir el dinero que se necesita en la casa”.
Ya desde muy pequeños se asimila que los padres son proveedores económicos y las madres proveedoras afectivas.
Para algunos varones puede resultar complicado, cuando son adultos, asumir ciertas tareas en el hogar. De pequeño aprendieron que esas labores eran cosas de mujeres.
Ciertamente los tiempos han cambiado. Se puede ver hombres con sus hijos pequeños haciendo compras, jugar en el parque, en las consultas médicas. Lamentablemente no son la mayoría, queda mucho camino por recorrer.
En los talleres algunas madres nos comentan: “él colabora conmigo” en lugar de decir el comparte las tareas de crianza conmigo.
En las actividades con familias en los centros educativos, la asistencia mayoritaria es de mujeres. Solo asiste uno que otro padre.
Participación el padre en la crianza
Es muy importante y necesaria, tanto como la de la madre. Su ausencia puede crear orfandad emocional, especialmente en los varones que aprenden a ser hijos, pero no padres. No tienen referentes sobre lo que significa ser no solo un proveedor material sino también afectivo.
Los niños aprenden con lo que ven. Aprenden lo qué significa ser y sentirse papa o mamá con los ejemplos, con los juegos en el preescolar, con lo que ven en los medios de comunicación.
Un padre, en unos de los encuentros “En Familia” de Cecodap, comentó que el día de la madre era muy difícil encontrar un lugar donde comer. Todo estaba full. Cosa que no pasa con el día del padre. Pareciera que no hay mucho que celebrar. “En mi caso quedé viudo, me ha tocado criar a mis hijos de 5 y 10 años solo. En algunas ocasiones mi mamá me echa una manito, pero no ha sido fácil para mí. De pequeño mi padre no permitía que me involucrara en las tareas de la casa. De eso se encargaba mi madre y mis hermanas. Cuando me quedé solo tuve que aprender a cocinar, lavar, ir de compras. Mis amigos se metían conmigo y me decían que tenía que ir pensando en buscarme una compañera”.
Cuando las mujeres se quedan solas suelen decir que son madres y padres al mismo tiempo. Ciertamente deben cumplir el doble rol, pero nunca se sustituye la presencia o importancia del padre. También, en algunas ocasiones, las madres solas trasmiten a los hijos su rabia y hablan mal del padre. Lo descalifican permanentemente. Seguramente hay razones para que exista resentimiento. A los hijos les molesta o les duele escuchar esos comentarios de su papá, aunque no lo manifiesten.
Para celebrar el día del padre es importante reconocer su importancia en el grupo familiar. Desde pequeños los hijos necesitan sentir que su padre no es un presente-ausente, en otras palabras que está y no está. Es necesario que el padre aprenda a expresar sus sentimientos y emociones para que sus hijos se sientan amados y a su vez recibir el amor de sus seres queridos. No hay que esperar que llegue un infarto para recordar que hay un corazón herido por no saber expresar y recibir amor.
Seguimos creciendo juntos
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