ENTREVISTA QUE ME REALIZÓ THAMARA BEJARANO (Últimas Noticias, 05/09/2012, Suplemento Regreso a clases pp. 6)
Para algunos docentes los teléfonos inteligentes son factores distractores en el aula; para otros una herramienta de aprendizaje.
Thamara Bejarano
El uso cada vez mayor de teléfonos celulares de última generación en el aula de clases -prácticamente computadoras de bolsillo, graban videos, navegan Internet, actualizan las redes sociales, etc.-, se ha convertido en un factor de preocupación para centros educativos, docentes, padres y madres.
Lo cierto es que su uso va en aumento y en niños y jóvenes cada vez menores, es como si ya los chamos vinieran con el añadido de la tecnología, comenta Oscar Misle, director de Cecodap, organización venezolana que desde 1984 trabaja en la promoción y defensa de los derechos humanos de la niñez y adolescencia.
El argumento de la familia para dotar del celular a sus hijos es el problema de la inseguridad, argumenta Misle, ya que pueden monitorear a través de mensajitos cómo está el niño o el joven y con quién están, y eso les da más tranquilidad al poder ubicarlos, pero advierte que muchas veces los muchachos no les dicen la verdad, alegando que se quedaron sin señal, que se les acabó la batería: "aunque estén más tranquilos al saber que les pueden hacer un seguimiento".
Pero para los docentes -puntualiza- es un problema que los chamos saquen en clase el teléfono, bien sea para buscar información o por aburrimiento, para oír música o navegar por Internet: "Eso hace que el maestro se preocupe porque hay un distractor".
El dilema. Misle señala que en este caso hay dos tendencias: prohibir terminantemente su uso, o negociar. En el caso de prohibir el uso del celular en la escuela, cuando un estudiante lo lleva debe decomisársele y sólo se le devuelve a la salida: "Esto debe estar contemplado en el Manual de Convivencia".
Opina que la otra solución es negociar su uso, pero esto conlleva a cumplir algunos requisitos los cuales también deben estar contemplados en dicho manual. Por ejemplo, ¿cuándo y dónde se puede usar? Fuera del aula de clase -que no interfiera con cualquier actividad extracurricular-, que su uso sea para comunicarse con la familia y viceversa.
En el contexto de la negociación hay quienes permiten utilizarlos en el aula con fines didácticos, por ejemplo, buscar en Google información orientada por el educador, relata el especialista, quien refiere que para algunos educadores es mejor convertir al celular en aliado y no en enemigo, durante ciertos momentos de la clase.
Es importante consultar a los propios estudiantes
Es importante que los centros educativos incorporen la formación para el uso adecuado de las TIC (tecnologías de la información y de la comunicación), que se conozcan sus ventajas y desventajas, agrega.
En estos acuerdos es recomendable incorporar a la comunidad educativa en general, para que todos conozcan las condiciones en las que se pueden utilizar las tecnologías en los centros educativos, que el director, el coordinador, el orientador, maestros, profesores y familias estén de acuerdo con lo pautado para que no entren en contradicciones; por eso debe ser negociado y puesto por escrito en el Manual de Convivencia.
Considera relevante consultar a los propios estudiantes sobre el uso de la tecnología en los centros de estudios: cuándo, dónde, cómo y con quién utilizarlos, para que se puedan comprometer, y aun cuando muchos tratarán de violar el acuerdo, el papel de los padres es insistir, sobre todo en que tengan claras las consecuencias de manejar irresponsablemente las TIC: "Utilizarlas, para que ellas no nos utilicen a nosotros", como le dijo una chama.
Por eso su recomendación es "Prohibir o negociar": mientras mayor sea el niño, mayor debe ser la negociación, para que los adolescentes no se sientan limitados. "La negociación no es fácil, más fácil es imponer; negociar requiere paciencia e insistencia, pero los resultados son mejores".
Atención al peligro. Misle advierte que existe el riesgo de abusos, ya que el celular también se usa para hacer videos y captar imágenes que pueden ser comprometedoras, favoreciendo el acoso, incluso sexual, lo cual debe prevenirse seriamente: "Hay casos en que los muchachos usan imágenes, información falsa, para descalificar, humillar, intimidar a través de las redes sociales, esto es un tema recurrente, por ello es importante la prevención".
Fuente: Últimas Noticias, 05/09/2012, Suplemento Regreso a clases pp. 6
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