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martes, 10 de agosto de 2021

SEMANA SANTA EN CURENTENA

Por Óscar Misle

 Se generó mucha frustración  cuando el ejecutivo anunció que esta Semana Santa sería de cuarentena radical. Se había anunciado que sería de cuarentena  flexible    

Cuando se decretó la cuarentena en el país, a partir de la detección de los primeros casos  del coronavirus, no entendíamos mucho cómo asumir el aislamiento. A medida que pasan los días  hemos ido asimilando   que es una medida  preventiva importante para no enfermarnos y evitar que otros se enfermen.  

Se requiere tomar conciencia de la responsabilidad de cuidarnos y cuidar a otros. No son unas vacaciones; pero si será un período en el que estaremos un buen número de días  juntos. Puede  que  sintamos mucha angustia por la incertidumbre de no saber cuánto tiempo durará la cuarentena. Podemos tomar el camino de la desesperación o el de la aceptación. El primero nos  lleva a desesperarnos y nos impulsa a buscar información. El problema es qué tipo de información, de qué fuente,  porque si además  nos saturamos leyendo todo lo  que circula por las redes sociales o por los WhatsApp esta opción nos lleva con seguridad al abismo de la desesperación.

El camino de la aceptación nos permite ubicarnos en la realidad y reconocer que existe el problema; pero también que en nosotros está el poner de nuestra parte lo que nos toca desde el punto de vista higiénico, formativo y de responsabilidad ciudadana.          

Resiliencia en cuarentena

La palabra resiliencia ha sonado mucho en los últimos años en el país. La emergencia humanitaria compleja que hemos padecido nos ha llevado a reflexionar sobre cómo podemos salir fortalecidos de esta crisis social, política, económica en la que estamos atrapados      

El término resiliencia  viene del inglés resilience, y es la posibilidad que tenemos los seres humanos para superar situaciones de trauma, duelos, accidentes, desastres naturales y salir fortalecidos sin que la salida sea autoagredirnos, agredir a otros, hacernos adictos…

Según Stefan Vanistendael la resiliencia es la capacidad de una persona o de un sistema social de vivir bien y desarrollarse  positivamente a pesar de las condiciones de vida difíciles.  

Cuarentena en familias resilientes

La familia resiliente  es aquella que posibilita a cada uno de sus integrantes la capacidad  de seguir creciendo en situaciones adversas. Concibe los acontecimientos de la vida como parte de un proceso transformador y constructivo. 

Factores protectores de la familia resiliente en el contexto de la cuarentena

Redes de apoyo social. Contar con familiares que  brinden soporte emocional durante y después de la cuarentena. Salir fortalecido no implica una actitud pasiva o resignada frente a las dificultades. Significa ir desarrollando las habilidades sociales para lidiar con el dolor, la frustración, la impotencia, convirtiendo las cuevas en túneles, gracias a la compañía y apoyo  del grupo familiar  comienzan a descubrir la luz interior     

Confiar en que la persona afectada es mucho más de lo que muestra. Como familia podemos descubrir, mostrar y desarrollar nuestras fortalezas, la  posibilidad de descubrir en la cuarentena  lo que hasta ese momento estaba oculto.

Comunicar sentimientos y emociones. En estos día es importante sentir que en la familia  nos escuchamos, que cada quien  pueda expresar lo que siente y expresarlo sin sentirse juzgado. Que tengamos posibilidades para expresar nuestra rabia, miedos, dudas, desconciertos, sin agredir ni ofender;  pero también manifestar nuestros intereses, motivaciones y esperanzas.

Reconocer cuando realizan una actividad o acción. Es necesario reconocer  aquello que estamos haciendo bien. No solo  valorar    el resultado final, sino también el esfuerzo realizado y las destrezas demostradas. Felicitarnos, cuando lo reconocemos, no quedarnos en las frases “lo hiciste bien”  o “está bonito”,  sino argumentar por qué nos parece importante el esfuerzo realizado.

Tener fe en que las situaciones pueden cambiar independientemente de los efectos que pueda haber generado el coronavirus. Es necesario el apoyo  espiritual y afectivo. Compartir momentos de  oración y meditación  que  posibilitan apreciar  que en la vida la fe y la esperanza permiten que se trasciendan los momentos difíciles.

Utilizar el sentido del humor, valorar y disfrutar las salidas humorísticas  que nos dibujan sonrisas y mejoran nuestro estado anímico. No como una forma para escapar de la realidad, sino la posibilidad de ver el lado jocoso de la vida y de  las circunstancias.

Aceptar a los otros por lo que son. Aceptarnos tal y como somos, no por lo que debería ser; aunque en algunos momentos surjan desacuerdos, no nos deben  distanciar. Es importante  no hacer comparaciones entre los miembros de la familia, resaltando permanentemente nuestras carencias. Reconocer y valorar nuestras  actitudes y aptitudes, no solo en las grandes acciones sino en las cotidianas.

Mantener responsabilidades compartidas en el hogar. Nos da la posibilidad de apoyarnos y cooperar. Podemos distribuir las tareas tomando en cuenta la edad y condiciones de cada miembro de la familia.

Apoyar con las asignaciones escolares. Requiere paciencia, mucha comunicación y creatividad. Debe haber un equilibrio en la cantidad de asignaciones por parte de los centros educativos.   

Promover el buen trato. Posiblemente surjan conflictos por la diferencia de intereses. Debemos autocontrolarnos para no reaccionar violetamente. Si necesitamos desahogarnos llamar a un familiar o amigo que esté dispuesto a escucharnos,  apoyarnos. Es necesario reconocer nuestras emociones y poderlas expresar sin agredirnos ni agredir a otros.  

Establecer acuerdos claros para la convivencia y preservar la salud. Qué es lo que podemos o no hacer para compartir estos días de aislamiento preventivo. Reiterar la importancia de la higiene, especialmente lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón, no salir de la casa, a menos que sea por una emergencia.

El sentido de la vida

Más  que reflexionar teóricamente  sobre el sentido de la vida, de lo que trata es de identificar, día a día,  como lo que somos, sentimos y hacemos tiene sentido para nuestra vida. Estar atentos  a cómo están viviendo estos momentos nuestros familiares y amigos, utilizar las tecnologías para conectarnos y   apoyar a otros, le da vida a la solidaridad, empatía, cooperación, y de esta forma  sentirnos útiles socialmente.

La resiliencia no debe justificar la existencia de injusticias, al contrario debe fortalecernos para  transformarnos y ser referentes importantes para otros. Si  otros pudieron, nosotros también podemos  salir fortalecidos de la adversidad.

Hasta la próxima resonancia


  

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