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jueves, 25 de junio de 2015

PAPÁ QUIERE CELEBRAR SU DÍA Y EN LA ESCUELA NO LO CELEBRAN

Por: Óscar Misle @oscarmisle



Papá quiere celebrar su día
Comparte con tu pequeño (Créditos: Shutterstock)

En una reunión con estudiantes, 4to grado, estábamos hablando de la  familia y uno de los niños dijo: “En mi escuela no se celebra el día del padre” aprovechando su intervención le pregunté: “¿por qué será?” Y sin pensarlo respondió: “Es  que las mamás son más importantes que los papás”.

Una niña levantó la mano y argumentó: “Es que las mamás son las que nos cuidan, nos dan la comida, nos llevan al médico. Los papás trabajan para conseguir el dinero que se necesita en la casa”.
Ya desde  muy pequeños se asimila que los padres son proveedores económicos y las madres proveedoras afectivas.
   
Para algunos varones puede resultar complicado, cuando son adultos, asumir ciertas tareas en el hogar. De pequeño aprendieron que esas labores eran cosas de mujeres.

 Ciertamente los tiempos han cambiado. Se puede ver  hombres con sus  hijos pequeños haciendo compras, jugar en el parque, en las consultas médicas. Lamentablemente no son la mayoría, queda mucho camino por recorrer.
En los talleres algunas madres nos comentan: “él colabora conmigo” en lugar de decir el comparte las tareas de crianza conmigo.

En las actividades con familias en los centros educativos, la asistencia mayoritaria es de mujeres. Solo asiste uno que otro padre.

Participación el padre en la crianza 
Es muy importante y necesaria, tanto como la de la madre. Su ausencia puede crear orfandad  emocional, especialmente en los varones que aprenden a ser hijos, pero no padres. No tienen referentes sobre lo que significa ser  no solo un  proveedor material sino  también afectivo.
Los niños aprenden con lo que ven. Aprenden lo qué significa ser y sentirse papa o mamá con los ejemplos, con los juegos en el preescolar, con lo que ven en los medios de  comunicación.

Un padre, en unos de los encuentros “En Familia” de Cecodap, comentó que el día de la madre era muy difícil encontrar  un lugar donde comer. Todo estaba  full. Cosa  que no pasa con el día del padre. Pareciera que no hay mucho que celebrar. “En mi caso  quedé  viudo, me ha  tocado criar  a mis hijos de 5 y 10 años solo. En algunas ocasiones mi mamá me echa una manito, pero no ha sido fácil para mí. De pequeño mi padre no permitía  que me involucrara en las tareas de la casa. De eso se encargaba mi madre y mis hermanas. Cuando me quedé solo tuve  que aprender a cocinar, lavar, ir de compras. Mis amigos se metían  conmigo y me decían  que tenía que ir pensando en buscarme una compañera”.

Cuando las mujeres se quedan solas suelen decir que son madres y padres al mismo tiempo. Ciertamente deben  cumplir el doble  rol, pero nunca se sustituye la presencia o importancia del padre. También, en algunas ocasiones, las madres  solas trasmiten a los hijos  su rabia y hablan  mal del padre. Lo descalifican permanentemente. Seguramente hay razones para  que exista resentimiento. A los  hijos les molesta o les duele escuchar esos comentarios de su papá, aunque no lo manifiesten.

Para celebrar el día del padre es importante reconocer  su importancia en el grupo familiar. Desde pequeños los hijos necesitan sentir que su padre no es un presente-ausente, en otras palabras que está y no está. Es  necesario que el padre aprenda a expresar sus sentimientos y  emociones para que sus hijos se sientan amados y a su vez recibir el amor de sus seres queridos. No hay que esperar que llegue un infarto para recordar que hay un corazón herido por no saber expresar y recibir amor.            

Seguimos creciendo juntos 


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viernes, 19 de junio de 2015

EMPODERAMIENTO Y RESENTIMIENTO: MALA COMBINACIÓN

Por: Óscar Misle @oscarmisle



Empoderamiento y resentimiento: mala combinación
Si una persona resentida se empodera quiere vengar su dolor (Créditos: Shutterstock)

Quienes trabajamos en la promoción y defensa de los derechos humanos y en la formación para el ejercicio de una ciudadanía responsable y capaz de exigir sus derechos y cumplir con sus deberes; siempre hemos visto con buenos ojos la palabra empoderamiento.

La entendemos como la posibilidad de tomar conciencia de nuestras capacidades y habilidades para vivir nuestra humanidad en condiciones dignas; exigiendo las transformaciones sociales, políticas, culturales necesarias para convivir en una sociedad sin discriminaciones y exclusiones de ninguna índole.

Gracias al empoderamiento los grupos minoritarios, históricamente excluidos, han logrado conquistar con sus luchas sus derechos y reivindicaciones.

Cuando el empoderamiento enmascara resentimiento. 
El resentimiento es una forma de ser y de sentir anclada en el pasado. El resentido es un rumiante emocional. La hiel de los recuerdos por las vivencias pasadas hace que sienta que entorno está en deuda consigo mismo. Posiblemente quienes generaron sus heridas fueron personas cercanas y significativas que por abuso de poder, exceso de autoridad, maltratos marcaron su psique afectando la percepción de sí mismo y sintiendo a los demás como una amenaza; porque las heridas no solo están abiertas sino se han infectado.

Cuando una persona resentida se empodera quiere vengar su dolor y su rabia en los demás. Especialmente en aquellos que han obtenido logros afectivos, profesionales, materiales, sociales y políticos. Su sensación de minusvalía les hace sentir permanentemente que los otros quieren atacarlo, humillarlo, desconocerlo... Especialmente cuando difieren de sus opiniones o manifiestan desacuerdos con su forma de ser, pensar, sentir.

El resentido empoderado en la medida en que va obteniendo poder, control, jerarquía puede justificar su proceder a través de la ideología, la religión o condición. Es incapaz de reconocer sus propias heridas; pero si es capaz de culpabilizar a otros.

La posibilidad de caer en el fanatismo es muy grande. Puede inclusive utilizar el victimazgo como una herramienta para no asumir las consecuencias y responsabilidad por sus actos. Siempre su afirmación será: “La culpa es de los demás”.

Piensa y siente que ser amable es ser servil. Percibe  que en la medida en que es atento con los demás o pone en práctica normas de cortesía se coloca en desventaja y puede ser percibido como inferior. Por ello es común ver como la calidad de los servicios, las relaciones sociales y humanas en general se empobrecen. Dar los buenos días, decir gracias, pedir disculpas, van desapareciendo en convivencia cotidiana.

Comportamiento de algunos motorizados habla por sí solo. Un ejemplo del empoderamiento desvirtuado lo tenemos en algunas ciudades del país con el comportamiento de los motorizados. No se puede generalizar; pero es una realidad que violentan las leyes de tránsito, irrespetan a los peatones, ponen en riesgo la vida de los niños y adultos mayores. No solo los civiles; también los funcionarios militares, policiales, violan irregularmente las leyes, circulan a contravía, por las aceras, sin placas que los identifiquen.

Los niños, aprenden con el entorno, perciben que el ejercicio del poder está relacionado con arbitrariedad, abuso, improvisación y lo manifiestan en sus centros educativos. Detrás del acoso escolar hay uso del poder para tener control sobre un grupo y abusar de un compañero más vulnerable utilizando el miedo como estrategia.

Apostamos a un empoderamiento que permita dignificar, garantizar y exigir los derechos. Creemos en un empoderamiento depurado de resentimientos; pero cargado sentimientos de solidaridad, reconocimiento, cooperación, respeto y dignidad.

Seguimos creciendo juntos



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viernes, 12 de junio de 2015

EL ACOSO ESCOLAR SE PUEDE FRENAR

Por: Óscar Misle @oscarmisle




El acoso escolar se puede frenar
Ponle final al acoso escolar (Créditos: Shutterstock)


Mucho entusiasmo sentí al leer un artículo en el  que se hace referencia  a un programa diseñado en Finlandia para ponerle un freno al acoso escolar o bullying.

Se trata del programa KiVa. Su impacto se debe a que no solo detiene el acoso sino que también aumenta el bienestar y la motivación en los estudiantes.
KiVa sintetiza dos palabras finlandesas: Kiusaamista Vastaan (contra el acoso escolar)        
Como es sabido Finlandia ha revolucionado el sistema educativo incorporando importantes cambios en el  fondo  y la forma de concebir y vivir la educación.

El programa KiVa se ha implantado en el 90% de los centros de educación básica. Surgió como un compromiso serio entre el gobierno finlandés y las comunidades. Tras un proceso de frustración  al no poder  lograr acabar con los casos de acoso escolar y de ciberbullying entre los estudiantes, llegó el momento en que se  comprometieron  seriamente a atajar el problema. El gobierno hizo alianza con un grupo de investigadores de la Universidad de Turku. En 2007, arrancó KiVa.

Los casos de acoso  fueron desapareciendo
El programa se fue implementando aleatoriamente en los colegios finlandeses. La universidad realizó un estudio para evaluar cómo se iba desarrollando el programa. Los resultados fueron impactantes. Participaron 234 centros de todo el país y 30.000 estudiantes de entre 7 y 15 años. KiVa había logrado reducir todos los tipos de acoso en los colegios. Los casos de acoso escolar desaparecieron en el 79% de las escuelas.

El  trabajo con los testigos es clave

A diferencia de los modelos que se centran exclusivamente en la víctima y el acosador, KiVa transforma las normas  que regulan el grupo. Dentro del grupo están los otros, los testigos, los espectadores. Los  que participan con la comunicación no verbal, con sus risas y silencio  transmiten el mensaje de que lo que pasa es divertido, es “normal”  o está bien, aunque tengan una opinión diferente. 

No hay que cambiar la actitud de la víctima, para que sea más extrovertida o menos tímida, sino influir en los testigos. Si se consigue que no participen en el acoso. Eso hace cambiar la actitud del acosador. 
Es importante  trabajar con el grupo para que logre empatizar, defender, proteger  y apoyar a la víctima.

Se realiza un proceso de formación. Los estudiantes reciben actividades formativas a los 7, 10 y 13 años para reconocer las distintas formas de acoso y mejorar la convivencia. Se ponen en práctica  contenidos y trabajos que se realizan durante todo el curso académico sobre el respeto a los demás, la empatía... Cuentan con material de apoyo: manuales para el profesor, videojuegos, reuniones y charlas con los padres...

Se utiliza el buzón virtual
Dado que muchos niños víctimas temen revelar su situación de acoso, se creó el buzón virtual. Allí pueden denunciar si son víctimas o testigos sin que nadie lo sepa.

Se monitorean los recreos. Los vigilantes usan chalecos reflectantes para aumentar su visibilidad y para recordar a los alumnos que su tarea es ser responsables de la seguridad de todos.
Hay un equipo KiVa, formado por tres adultos que se ponen a trabajar en cuanto tienen conocimiento de un caso de acoso escolar o ciberbullying en el centro. Su primera actuación es para reconocer si es un acoso sistemático o algo puntual. Luego se reúnen con la víctima para darle apoyo y tranquilizarla. Hablan con los acosadores para que tomen conciencia de sus acciones y cambien sus actitudes.

Seguimos creciendo juntos 



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VIOLENCIA. HAY QUE HABLAR CON LOS NIÑOS

  Óscar Misle Óscar Misle Los recientes enfrentamientos armados en la Cota 905 y comunidades aledañas y los operativos que se van realizan...