Páginas

viernes, 25 de enero de 2019

¡SOLO POR HOY! PROMETO NO CONSUMIR

Hace dos semana me llama un familiar  para comentarme sobre  un pariente muy querido  que estaba pasando una  situación fuerte de  adicción. Acudí a un pariente  que ha logrado un proceso de recuperación que se evidencia con 20 años sin consumir.

Nos encontramos en una pequeña placita que está la entrada de la  Iglesia La Inmaculada, reconocida como la iglesia de El Recreo en la avenida  Solano, Caracas.  Es uno de los lugares donde re reúne la confraternidad compuesta de hombres y mujeres  para quienes la droga se ha convertido en un problema grave.
Montones de preguntas se agolpaban en mi garganta tratando de conseguir respuestas mágicas, rápidas y concretas para “resolver” esa situación que mantiene angustiada a la familia.
Voy a utilizar un nombre ficticio para mi pariente, pues así  me lo solicitó. No quise indagar en el por qué. Lo que más me interesaban eran sus respuestas a tanta incertidumbre. El nombre que utilizaremos es Carmelo.
Carmelo, ¿es importante participar en estos grupos?
Recuerda  que la adicción es una enfermedad crónica de la que te puedes recuperar. Lo primero es aceptar que somos adictos en recuperación y nos reunimos para ayudarnos a permanecer “limpios”  Esta iniciativa se sustenta en un programa de abstinencia completa de todo tipo de drogas y se basa en una serie de principios escritos de forma sencilla que deben seguirse diariamente.
¿Cómo llegan a este lugar?
Esa es una pregunta importante. Lo pueden traer, amarrado, anestesiado, manipulado emocionalmente, en ambulancia, helicóptero pero si no parte de su deseo de participar, es tiempo perdido y muy frustrante.
Una vez que decides participar no estás obligado a nada. No pagas cuota de inscripción, honorarios, no se firman documentos, ni exigimos  que se hagan promesas. No estamos asociados  a grupos políticos, ni religiosos. Cualquier persona puede unirse a nosotros sin importar su raza, orientación sexual, religión…
¿La persona debe confesar   las drogas que consumía, la cantidad, frecuencia, con quiénes se reunía?
No nos interesa esa información, tampoco concebimos como “una confesión” en un banquillo. Solo queremos que comparta qué quiere hacer con su problema y cómo podemos ayudarlo.
Carmelo, ¿cómo se reconoce una persona adicta?
Llegar a esta respuesta es complicado hermano. Lo cierto es que nos pasamos la vida pensando en las drogas. Cómo obtenerlas, cómo consumirlas y la forma de conseguir más y más y más. Imagínate que vivíamos para consumir y las consumíamos para vivir. En pocas palabras, una persona adicta  está secuestrada por las drogas. Estamos hablando de una enfermedad crónica, progresiva que nos arrastra invariablemente a las cárceles, hospitales y a la muerte.
Sabemos que tuviste que tocar fondo antes de llegar acá, que fue mucho el sufrimiento personal y familiar.
No podía con la vida porque no gozaba de ella. Pensaba que la droga me daría “la felicidad”. En una actitud egocéntrica anteponíamos el consumo al bienestar de mi familia, pareja, hijos. Hice lo que fuera para conseguir la droga. Hice daño a muchas personas; pero lo más duro de reconocer es que me lo estaba haciendo a mi mismo. No asumí las responsabilidades y lo que hacía era generar más problemas y dolor. Me di cuenta que con mi adicción me estaba suicidando. La adicción es un enemigo tan astuto que había perdido la fuerza para detenerlo.
En varias ocasiones estuve en la cárcel, en centros de recuperación terapéutica, indagué en la religión, fui al psiquiatra pero nada de esto fue suficiente.
Decidí venir aquí a Narcóticos Anónimos. Tuve que aceptar que era un enfermo. Una enfermedad que no tiene cura conocida; sin embargo, puede detenerse y la recuperación es posible.
¿O sea que si es posible la recuperación?
Se da cuando al final nos damos cuenta de que no podemos seguir así. Cuando nos planteamos la disyuntiva: ¿seguir y parar en la cárcel, el hospital, el cementerio o encontrar una posibilidad en Narcóticos Anónimos? En este programa espiritual pero no religioso encontré luces para mi vida.
¿Dónde pueden las familias buscar información?
Nuestras coordenadas son: 04120236602 o 04149263229. info@na.org
A las 4 de la tarde Carmelo se levantó y me dijo: Debo irme porque ya va a comenzar nuestra reunión. Me mostró el grupo de participantes y con voz emocionada afirmó: el milagro es que aun viviendo la vida que vivieron estén aquí. Muchos de ellos con varios años limpios.
Hasta la próxima Resonancias

No hay comentarios:

Publicar un comentario

VIOLENCIA. HAY QUE HABLAR CON LOS NIÑOS

  Óscar Misle Óscar Misle Los recientes enfrentamientos armados en la Cota 905 y comunidades aledañas y los operativos que se van realizan...