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viernes, 8 de junio de 2018

EL FRACASO ¿MEJOR MAESTRO QUE EL ÉXITO?

Óscar Misle

“Ayer perdí en el partido de futbol, me sentí “burda” de mal, aunque hice lo que pude, no podía borrar  la cara de mi viejo. Me miraba desde la grada decepcionado por los goles que en tres oportunidades fallé. No fue por falta de entrenamiento aunque seguro eso pensará mi papá” (Jorge 15 años).

Vivimos en una sociedad marcada  por rivalidades,  tensiones, exclusiones.  La diversidad no se reconoce como valor.
Por otra parte la escuela no ayuda a formar para la administración de éxitos y fracasos. Cuando se obtiene un triunfo, por ejemplo en el deporte,  se generan una serie de emociones: alegría, euforia, excitación…que animan a celebrar y disfrutar, pero también a canalizar porque si no se procesan adecuadamente y se utilizan para hacer sentir mal a los perdedores, la agresión puede hacerse presente al provocar sentimientos de rechazo, envidia, rabia…
Es importante aprender a volar, pero también aprender a caer para descubrir nuestras posibilidades, nuestra capacidad para reponernos y superar la frustración y salir fortalecidos de la adversidad.
Sam Keem en su libro Aprende a volar comenta que, seducido por su  pasión de ser  trapecista y su deseo de aprender a volar, se había olvidado de un principio fundamental, el aprender el arte de caer.
En otras palabras, prepararse para el fracaso, para asumirlo con dignidad y como parte del proceso de aprendizaje.
Cuando vivimos un fracaso, una serie de emociones nos atrapan: rabia, miedo, desencanto, tristeza, etc. porque no pudimos lograr lo que tanto soñábamos, a pesar de  toda la energía, recursos y esfuerzos puestos en ello. Las expectativas que teníamos,  condimentadas por la imaginación, de pronto por un resultado no esperado, todo lo que parecía colorido se vuelve gris, turbio. Sentimos que se derrumban todas  las esperanzas, anhelos, proyectos.
¿Qué  podemos hacer para superar la derrota?
Reconocer y ponerle nombre a las emociones para aceptarlas  “Tengo rabia, me siento triste, tengo miedo…” Identificarlas, reconocerlas, permite  tomar el control. No es conveniente reprimirlas, evadir la realidad, porque lo más seguro es que nos hagan una mala jugada y, cuando menos imaginemos, por un determinado estímulo, explotaremos y actuaremos violentamente, esa explosión emocional cuando  es por dentro  puede enfermarnos.
Estar atentos a los evasores. Como por ejemplo las adicciones. Permiten “olvidarlas” por momentos; pero las emociones seguirán ahí, esperando la ocasión para revelarse.
 Es un proceso. En la medida que se viva conscientemente los sentimientos  que produce la derrota, se pueden superar. Comunicarse, compartir los sentimientos con otros, hacer catarsis, desahogarse, soltar eso que duele, quema o irrita por dentro. Si no se logra desahogarlo, seguramente se afectará la salud física o emocional. La tristeza puede  convertirse en depresión, el temor en pánico, la rabia en un problema digestivo. Para prevenirlo o abordarlo, si no podemos solos, es importante buscar ayuda profesional.
La vida está signada por éxitos y fracasos, unas veces somos vencedores otras perdedores. Son las oportunidades para ver coronado nuestro esfuerzo o el llamado a revisar qué nos revela el fracaso, qué nos enseña para que la reflexión y la autocrítica nos permitan rectificar con humildad y apertura de corazón.
Si bien es cierto que Jorge no ganó el partido de futbol y eso le generó rabia tristeza,  frustración, emociones y sentimientos válidos, también es verdad  que en tres momentos estuvo a punto de marcar un gol. Fue posible gracias al entrenamiento, constancia, esfuerzo y pasión que evidencia al patear el balón, aunque la arquería diga lo contrario.
Hasta la próxima resonancia

8 INTELIGENCIAS PARA SER, HACER, SENTIR Y CONVIVIR

Óscar Misle

10 am, entramos a un aula del colegio Jesuita Saint Gervasi, Barcelona, España, en la que se encontraban cerca de  40 estudiantes realizando una actividad  prevista en su proyecto. Estaban sentados en grupos de 4  integrantes. Se escuchaban las voces de quienes interactuaban,  reían, expresaban desacuerdos, en otras palabras participaban.

Sobre las mesas estaba la  novela Wonder  (Extraordinario). Nos llamó la atención porque justo en ese momento estábamos realizando  en Caracas, gracias a la alianza Cecodap y Ashoka Venezuela,  un ciclo de cine-foros sobre la película inspirada en el libro.
Nos acercamos a una de las mesas, Cristi, una de los estudiantes, 11 años, nos comenta: “Estamos leyendo y analizando la novela. Esta   versión es en inglés, ya la leí en catalán y le pedí a mi mamá que me la comprara para practicar otro idioma”.
Le preguntamos: “¿Y qué tal la novela?” Responde: “¡que fuerte!  August, solo tiene 10 años, es fan de la guerra de las  galaxias. Nunca ha ido al colegio su madre había sido la encargada de su educación. Pero decidieron que había llegado el momento de  entrar a la escuela para que se relacionara con otros  chicos. El rollo es  que August  tiene la cara, no sé cómo decirte…   con deformaciones que le dan una apariencia muy particular. En el cole le ha ido de la patada. No la ha pasó muy bien. . Algunos compañeros de burlaban de él. Pero no se las voy a contar ¿Ustedes leyeron la novela?”  “No, pero si  vimos la película”.
Cristi nos mira con sus vivaces ojos color miel y dice: “Les aconsejo que siempre lean la novela antes de ver la peli. La historia se cuenta con más detalles. La imaginación aporta lo demás”
Al lado de la novela había una guía impresa con una imagen de August con una serie de  propuestas para leer el texto de forma comprensiva y crítica. Compartir las reflexiones  con el grupo de forma verbal y grupal. Dramatizar la escena que más les impactó. Describir los personajes, las relaciones entre ellos, el perfil psicológico para conocer el mundo emocional  de los protagonistas…
Realmente era asombroso el interés y motivación que se sentía en ese clima de aula. Estaban poniendo en práctica las inteligencias múltiples.
Inteligencias múltiples
La Teoría de las inteligencias múltiples fue ideada por el psicólogo estadounidense  Howard Gardner  como contrapeso  al paradigma de la inteligencia  única.
Según Gardner el ser humano requiere del desarrollo de varios tipos de inteligencias para adquirir las competencias para la solución de problemas. Junto a sus colaboradores de la Universidad de Harvard plantearon que la inteligencia académica que posibilita obtener títulos, expedientes académicos  no es un factor determinante para  conocer la inteligencia de una persona.
 Las 8 inteligencias Ser, Conocer, Hacer, Sentir y Convivir
  1. Inteligencia lingüística
Capacidad de dominar el lenguaje y poder comunicarnos con los demás. No solo habilidad para la comunicación oral, sino otras formas de comunicarse como la escritura, la gestualidad, etc.
Profesiones en las cuales destaca este tipo de inteligencia podrían ser políticos, escritores, poetas, periodistas…
  1. Inteligencia lógico-matemática
Capacidad para el razonamiento lógico y la resolución de problemas matemáticos. La rapidez para solucionar este tipo de problemas es el indicador clave
Los científicos, economistas, académicos, ingenieros y matemáticos suelen destacar en esta clase de inteligencia.
  1. Inteligencia espacial
Habilidad para observar el mundo y los objetos desde diferentes perspectivas. Destacan los ajedrecistas y los profesionales de las artes visuales
En esta inteligencia encontramos pintores, fotógrafos, diseñadores, publicistas, arquitectos, creativos…
  1. Inteligencia musical
La música es un arte universal. Todas las culturas tienen algún tipo de música, según Gardner y sus colaboradores existe una inteligencia musical latente en todas las personas..
  1. Inteligencia corporal y cinestésica
Propia de quienes tienen habilidades corporales y motrices  para manejar herramientas .La inteligencia corporal posibilita  expresar sentimientos mediante el cuerpo.
Se  destacan  en este tipo de inteligencia  bailarines,  deportistas, cirujanos y creadores plásticos.
  1. Inteligencia intrapersonal
Permite comprender y controlar el interior de uno mismo para  la regulación de las emociones, centrar del foco de atención.
Quienes  destacan en la inteligencia intrapersonal son capaces de contactar sus sentimientos y emociones y reflexionar sobre ellos. Según Gardner, esta inteligencia también permite ahondar en su introspección y entender las razones por las cuales uno es de la manera que es.
  1. Inteligencia interpersonal
Posibilita captar  cosas de las otras personas más allá de lo que nuestros sentidos logran captar. Permite interpretar las palabras o gestos, o los objetivos y metas de cada discurso. Tienen la capacidad para empatizar con las demás personas.
Es muy valiosa para quienes  trabajan con grupos numerosos. Posibilita  detectar y entender las circunstancias y problemas de los demás. Suele desarrollar esta inteligencia en  profesores, psicólogos, terapeutas, abogados
  1. Inteligencia naturalista
Según Gardner, la inteligencia naturalista permite detectar, diferenciar y categorizar los aspectos vinculados al entorno, como por ejemplo las especies animales y vegetales o fenómenos relacionados con el clima, la geografía o los fenómenos de la naturaleza.
Se expresa en geólogos, geógrafos, meteorólogos, ecologistas, excursionistas y todos aquellos que les interesa y disfrutan la naturaleza.
Hasta la próxima resonancia
@oscarmisle 

LAS ESCUELAS QUE APRENDEN, 4 CONDICIONES BÁSICAS

La semana del 30 de abril al 4 de mayo gracias  a un proyecto que lleva adelante Cecodap con apoyo de la Unión Europea, Fernando Pereira y este servidor, ambos fundadores y de la directiva de Cecodap, visitamos centros educativos transformadores en Barcelona, España. Uno de ellos fue el Colegio Montserrat. Muy amablemente nos atendió Aracelis Vendrell, de la directiva del colegio y nos invitó a visitar las aulas.  Con emoción y asombro comprobamos el interés y motivación de los estudiantes por  lo que hacían, descubrían, compartían y creaban.

Muy motivados por la vivencia,  adquirimos el libro “Aprender hoy  y liderar mañana. El Colegio Montserrat: un futuro hecho presente”. En el texto encontramos el título “Las escuelas  que aprenden”. Nos atrapó su propuesta. De acuerdo con Simons (2000)  una escuela aprende cuando:
  • existe una cultura de aprendizaje junto una cultura de la visión.
  • se favorece la implementación de innovaciones sin menospreciar la propia historia.
  • los equipos multidisciplinarios confirman la estructura de la organización,
  • hay cultura delegacional o de liderazgo distribuido.
  • existe una estrategia clara de la organización suficientemente flexible para cambiarla si es necesario.
  • se valora y desarrolla el liderazgo del cambio y del aprendizaje.
  • la comunicación fluye, por lo que la información es accesible siempre a todos.
Para llegar a ser una escuela  que aprende se deben dar 4 condiciones básicas:
  1. Tiene que haber aprendizaje individual de  todos los miembros y la escuela tiene  que saber hacer suyos los aprendizajes tras la discusión y análisis de los mismos.
  2. Debe llegar al cambio de mentalidad que supone aprender todos de todos.
  3. Tiene que  utilizar nuevos métodos de trabajo
  4. Debe saber aprovechar el bagaje profesional y humano de todos sus componentes
Para  que una escuela aprenda debe sentirse valorada y eso requiere  que las prioridades de aprendizaje  estén claras.
Escuelas huérfanas  en medio de una profunda crisis.
Se dice  que nadie  conoce su país si no ha salido de él. Es cierto, especialmente  cuando  asumimos que la realidad es esa que nos toca y ya. Cuando visitamos los centros educativos en Barcelona pudimos constatar  que si es posible una educación digna que forme y transforme. Una escuela en la que los conocimientos se apliquen  como diría Pepe Méndez Cabrera no para estar guardados en el congelador  de la memoria. (Méndez es uno de los impulsores  de la primavera pedagógica que está ocurriendo en Cataluña).
En Venezuela estamos en el más severo invierno educativo.
Las escuelas se van quedando huérfanas de maestros y profesores. Los pupitres se quedan vacíos por las migraciones permanentes  de estudiantes, docentes y familias en busca de las  condiciones de vida que les niega el país.
La suspensión de clases por  cortes eléctricos, de agua, deterioro de  sus estructuras, déficit y costos del transporte público, carencia de personal docente y desestimulo de la comunidad educativa por  el altísimo costo de la vida que no les permite obtener lo esencial para la sobrevivencia secuestra la esperanza y voluntad para generar cambios, mientras el gobierno centra su foco de interés en mantenerse en el poder a toda costa. Arbitrariamente  anuncia la suspensión de clases por 5 días hábiles en todo el país y en todas las escuelas,   para la realización de las cuestionadas elecciones.
A pesar de esto seguimos aferrados a nuestro empeño de acompañar a maltratados centros educativos con la esperanza de que este invierno educativo sea el preludio de una primavera que logre mover los cimientos hasta hacer retoñar y florecer la conciencia y el poder de la  ciudadanía.
Hasta la próxima resonancia
@oscarmisle 

6 CLAVES PARA LA INNOVACIÓN EDUCATIVA

En una alianza de Cecodap y Ashoka Venezuela para la realización de cine foros en diversos centros educativos. Seleccionamos la película Wonder (Extraordinario) para abordar el tema del  Bullying, acoso escolar, convivencia… En un momento del foro se comenzó a abordar  la expresión de las emociones, apareció la tristeza, la rabia, el miedo y se hizo referencia a la situación del país.

Se nos ocurrió preguntar: ¿Quiénes desean irse de Venezuela? El 95% levantó la mano. La pregunta es  qué puede hacer la escuela para ser atractiva y darle sentido de vida a los estudiantes, docentes y el resto de la comunidad educativa.
Las seis líneas fuerza que propone el modelo innovador Jesuitas por la Educación de Cataluña consta de seis líneas:
  1. Aprendizaje significativo. Selección de contenidos contextualizados y funcionales
  2. Aprender a aprender y aprender a pensar
  3. Proyecto vital Vivencias de experiencias que permitan desarrollar más ampliamente criterios y valores
  4. Metodología activa basada en la experiencia. Aproximación multidisciplinaria a los aprendizajes
  5. Aprendizaje colaborativo. Descubrir y aplicar el trabajo en equipo
  6. Evaluación. Práctica de autoevaluación para regular el propio aprendizaje
La semana del 30 de abril al 4 de mayo tuvimos el privilegio, gracias  a un proyecto que lleva adelante Cecodap con apoyo de la Unión Europea, de visitar centros educativos transformadores de los Jesuitas en Barcelona. Uno de ellos fue Sant Gervasi. Fuimos recibidos con mucha cordialidad y apertura. Visitamos las aulas y nos emocionó  ver el interés y motivación de los estudiantes por  lo que hacían, descubrían, compartían. Lo que aprendían era significativo para ellos, valoraban la relación directa  de lo teórico y lo práctico.
Aprendían unos de otros, las preguntas y cuestionamientos eran bienvenidos, por los estudiantes y los docentes-tutores. Los valores eran vivenciados y se respira un clima de respeto y cercanía. Los proyectos lograban la adquisición de competencias que se evaluaban y coevaluaban continuamente.
El dicho “ver para creer” tomaba vida. Con nuestros ojos vimos como  lo aprendido resonaba con los grupos, equipos de  trabajo, las inteligencias múltiples confabulaban en un aprender haciendo.
Las inteligencias lingüístico-verbal, físico-kinestésica, lógico-matemática,  espacial, musical, interpersonal y naturalista estaban  ahí activadas por posibilidades y oportunidades  que daban cabida a las distintas formas que  los estudiantes activaban para  conocerse y conocer el mundo, con la intención y deseo en transformarlo en algo bonito y respetuoso de la diversidad y de la potencialidad de cada  quien.
Conversar con los estudiantes y escuchar sus argumentos, ver sus trabajos, disfrutar de sus sonrisas y sentido del humor fue inspirador. Seguramente los problemas familiares, conflictos grupales estaban presentes, pero no se quedaban atrapados en sus morrales. Los conflictos políticos también forma parte del contexto catalán,  y p entran a las aulas, pero esas realidades no paralizan la posibilidad de crear las condiciones en las que la resolución de conflictos, la comunicación, la toma de decisiones, el desarrollo de la autonomía tengan un espacio clave en la educación.
Hasta la próxima resonancia
@oscarmisle 

TAREAS ESCOLARES ¿HAY QUE ELIMINARLAS?

Óscar Misle


A Rodrigo (10 años) lo  levantan todos los días a las 5 am para llegar a tiempo a recibir clases, cargando con el peso de su morral emocional,  saturado de las  quejas  que escucha en casa por lo mala  que  está la situación económica, política y social del país, la inseguridad y los peligros  que  conlleva, entrando soñoliento a un salón donde debe permanecer  horas sentado,  escuchando una serie de  contenidos, poco interesantes, presentados mecánicamente por un  maestro  o profesor  que también  tiene su morral cargado de preocupaciones, angustias, ansiedad, estrés… En ese clima denso y poco estimulante, las sonrisas se borran porque hay  que aprovechar el  tiempo. Lo único   que puede compartir de lo vivido en el hogar son las tares  que tuvo que realizar.

Su maestra Marta  no  revisó la tarea de Rodrigo y molesto se pregunta ¿para qué que me la puso? Marta   no tiene tiempo, son 30 estudiantes  y está consciente que son muchas  las tareas que le puso para  reforzar en casa, lo que no logró en el salón.
Cuando por fin llega el momento en que Rodrigo debe  regresar al hogar  le toca soportar el tráfico sabiendo  que al llegar a casa le espera de nuevo la tortura inevitable: “Hacer las tareas” cuando lo  que  seguramente le provoca es hacer un corte, jugar, correr si es  que el espacio lo permite, ver un rato la Tv, leer  un cuento, en calma sin  que nada lo perturbe, pero no, el deber se impone.
Las tareas escolares asignadas  con el fin de  reforzar los conocimientos  que se obtienen  en la escuela se convierten en un suplicio para Rodrigo y su familia. Pareciera  que  con más tareas mayor es la posibilidad de reforzar la información que reciben en la escuela ¿No bastó todo el tiempo y neuronas invertidas para memorizar  contenidos académicos poco interesantes  pero  que son impuestos por los programas?
La Organización Mundial de la Salud  alertó que las tareas escolares perjudican la salud. Producen situaciones de estrés que generan  dolores de cabeza, estómago, musculares, alergias, ansiedad,  tensión y tristeza.
Según el profesor  Harris Cooper de la Universidad de Duke “No hemos encontrado evidencias de que las tareas ayuden a los niños a ser mejores estudiantes”.
¿Las razones?
– Las tareas no hacen a los niños mejores estudiantes. Existen otras  posibilidades  que pueden  estimular las ganas de aprender, indagar, experimentar y formarse para ser mejor persona y ciudadano
– Quitan valioso tiempo que podrían utilizar en otras actividades, no impuestas,  placenteras que lo relajen, recreen, estimulen y en las que puedan  desarrollar  otras habilidades y competencias creativas
– Las tareas generan estrés, disgusto, hostilidad que afecta  la salud emocional y la relación familiar
-Generan en los niños frustración y rechazo de ir a la escuela, pierden el gusto por aprender. La imposición y el disgusto de hacer tareas los pone hostiles y genera conflictos con loa padres
No son  pocos los casos  en los  que los padres son quienes terminan haciendo las tareas. No les alcanza el tiempo y no  tienen la energía ni la serenidad para enseñarles a  los hijos los conocimientos  que  tendrían   que haber  aprendido en la escuela. Si es  que  se podría hablar de aprendizaje.
El hecho es  que se sacrifica el tiempo del hogar que  debería ser reservado para el descanso, esparcimiento, la lectura recreativa y todas esas posibilidades necesarias para nutrir el espíritu, relajarse y darle sentido al hogar, palabra  que  recuerda  la hoguera, con el calor de los afectos  y el encuentro.
Espacio y tiempo para crear  y experimentar
En lugar de tareas las escuelas pudieran  promover  actividades libres que permitan al niño adquirir habilidades y destrezas e identificar sus talentos a través del arte, la música, la literatura… para desarrollar la creatividad, la imaginación.
Las familias pudieran acompañarlos y aprovechar ese momento para compartir, comunicarse, encontrarse  en una actividad relajante y placentera.
No  tendrían que ser impuestas, debería estar  presente la flexibilidad y que  cada  familia decida cómo  crear  en casa oportunidades para compartir  inclusive tareas domésticas, como  cocinar juntos, inventar la receta sencilla, comunicarse con familiares  o amigos que ya no viven en el país, navegar juntos por internet  e investigar sobre diversos temas no abordados  en la escuela pero  que  son de interés para los niños. Ver películas, documentales, leer cuentos,  contar historias constituyen oportunidades para mejorar la relación, aprender justos, encontrarse y compartir sentimientos
Hasta la próxima resonancia
@oscarmisle

ME IGNORA Y ESO ME ATRAE

Óscar Misle

@oscarmisle

Por
 Caraota Digital
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“Me enamore de Jorge porque era difícil, no mostraba sus sentimientos y eso lo hacía interesante para mí. Era un reto llegar a su corazón, era  como escalar una gran montaña. Cuando logramos establecer la relación comencé a sentirme  invisible, aunque  dice  que me quiere no  me lo demuestra.  Hago lo que sea   para  que  me  tome  en cuenta pero su actitud, indiferencia… me hace sentir “pintada en la pared” ¿Por qué sigo con él?

Decidí buscar ayuda profesional con un terapeuta y descubrí que me atraen los tipos que tienen esta forma de ser. Los que son comunicativos, amorosos, sensibles terminan aburriéndome, también le pasa a mis amigas”
Este relato pudiera ser  parte  del viejo juego  de quien se hace el difícil, muy común en  seductores de oficio,  para mostrarse  inaccesibles, y utilizan el látigo de la indiferencia  para hacerse más atractivos. Es una   situación más compleja de lo  que imaginamos. Pudiera ser el resultado de una relación en la que el amor se agotó y no se quiere reconocer y aceptar
Puede ser  que  el seductor  siembre  la  duda  o la incertidumbre para no mostrar  quién es, qué siente,  qué le preocupa o realmente desea. Generalmente son  vulnerables emocionalmente  y necesitan colocarse su condón emocional,  tan adherido, que llega a convertirse en una segunda piel. Los protege del  compromiso, de la entrega, de la intimidad…
Logran sentir  placer  con la curiosidad  que  despierta su misterio, lo  que  esconden, lo no dicho, lo  que  muestran a medias, para crear  la sensación de que será o no será. Sus medias  verdades a veces  son sentidas   como  confesiones que muy  pronto  son mentiras que son  envueltas  por el látex el terror de entregarse al  amor.
La pregunta es: ¿Por qué este tipo de personaje atrae?, ¿Por qué produce  esa fascinación  ciega, que  aunque hace sentir invisible, ignorado? Se mantiene  la esperanza de  pensar  que algún día cambiará  y se comprometerá con la relación.
La respuesta  puede  sonar muy  dura, pero ser  que ese ser  inaccesible  puede colocarnos en  una situación cómoda,  en la  que nos conviene  amar a un  imposible quien,  seguramente,  resuena con la propia  discapacidad emocional. Atrae y  estimula el deseo de llegar a ese “misterio” y conquistar su corazón, aun sabiendo  que  haga lo que haga, diga lo  que  diga , no lo lograra .
Lo cierto es  que se  “ama”  a alguien  que no  asumirá el compromiso, ni logrará la  intimidad, pero  que crea  fantasías que  responden a necesidades y vacíos, seguramente  aderezadas  por vivencias, que no  quiero o no puedo recordar y afrontar, porque involucran  seres queridos, que en los primeros años de vida, fueron siempre inaccesibles y nos hicieron sentir invisibles. Estas relaciones  nos ponen a  buscar afuera lo  que no nos atrevemos a  escudriñar  tras el condón emocional. Suele ser muy doloroso y difícil reconocer  aceptar el trabajo personal que toca  realizar.
En el relato con el que inicio este artículo es de una pareja de una adolescente (16 años) y un joven (20 años). Situación  que también suele darse entre personas de más edad.
Hasta la próxima resonancia
@oscarmisle
“Me enamore de Jorge porque era difícil, no mostraba sus sentimientos y eso lo hacía interesante para mí. Era un reto llegar a su corazón, era  como escalar una gran montaña. Cuando logramos establecer la relación comencé a sentirme  invisible, aunque  dice  que me quiere no  me lo demuestra.  Hago lo que sea   para  que  me  tome  en cuenta pero su actitud, indiferencia… me hace sentir “pintada en la pared” ¿Por qué sigo con él?

VIOLENCIA. HAY QUE HABLAR CON LOS NIÑOS

  Óscar Misle Óscar Misle Los recientes enfrentamientos armados en la Cota 905 y comunidades aledañas y los operativos que se van realizan...