Páginas

martes, 10 de agosto de 2021

DEL SUICIDIO TENEMOS QUE HABLAR

 


Óscar Misle

Cecodap, publicó este 9 de marzo un informe titulado El suicidio infantil: un problema olvidado en medios de comunicación y políticas públicas de Venezuela, que aborda el tema sobre la salud mental en la infancia y adolescencia en el país.

La presentación del informe fue realizada por Vanessa Moreno Losada, coordinadora de Comunicaciones de Cecodap, Carmen Inojosa, periodista e investigadora, Abel Saraiba, coordinador adjunto de la ONG y Carlos Trapani, coordinador general de la institución.

Uno de los hallazgos más relevantes es que en el país no se menciona a los niños, niñas o adolescentes en los programas de salud mental. Se deja un vacío muy grueso sobre la falta de protección de esta población para tratar casos de depresión y salud mental.

Solo se pudo recabar datos de las Memorias y Cuentas entre 2014 y 2017, pues el resto no han sido publicados por el Estado en todos los estados.

Menos de 1% del presupuesto total del Ministerio de Salud es asignado al área de salud mental. No hay centros de salud psiquiátrica especializados en niñez. No existen datos estadísticos de consultas psiquiátricas y psicológicas demandadas por niños, niñas y adolescentes cada año

Sin programas de prevención

Luego de hacer una revisión de los documentos oficiales del Ministerio del Poder Popular para la Salud, que no existen programas de prevención del suicidio en niños, niñas y adolescentes. No se encontraron campañas educativas y formativas orientadas a la prevención del suicidio en niños, niñas y adolescentes. No se identificaron modalidades de asistencia ni datos estadísticos sobre los niños, niñas y adolescentes que tuvieron una intención suicida.

Existen muchas dificultades para atender o referir a un niño, niña o adolescentes con riesgo de cometer suicidio a instituciones psiquiátrica en el país, debido a la falta de presupuesto, planes e instituciones especializadas.

Dimensión del problema

Los casos de suicidios de niños, niñas y adolescente en el país están en aumento desde 2017, año en el que la emergencia humanitaria compleja se acentuó en el país. 

Anualmente, se producido un incremento significativo de este tipo de sucesos:

2014 se reportaron 11 casos de suicidio de niños, niñas y adolescentes;

2015 se registraron 14 suicidios;

2016, fueron 17 casos,

2017 el informe señaló que habían ocurrido al menos 34.

Para el primer semestre del año 2020, el Observatorio Venezolano de Violencia, documentó 19 casos más.

Se documentaron 26 suicidios de niños, niñas y adolescentes en 12 estados del país. Esto arrojó un promedio de un reporte de una muerte por autolesiones al mes.

  • 53,9% de las víctimas eran niños y adolescentes varones, la edad promedio era de 13 años de edad.
  • 46% de los casos eran de niñas y adolescentes mujeres, cuya edad promedio era de 14 años.
  • 60% de las víctimas estudiaban en instituciones públicas. Sin embargo, la mayoría de los registros sobre suicidios no contenían detalles sobre el año escolar ni identificación de las víctimas.
  • 61% de los suicidios ocurrieron en los hogares de las víctimas.
  • 11,5% en espacios públicos
  • 3,8% fueron en las escuelas de los fallecidos.

Los detonantes del suicidio fueron identificados como:

-       50,7% por conflictos familiares;

-       3,8% por abuso sexual,

-       3,8% por trastornos psiquiátricos.

-       30,8% de los casos no se identificó el motivo de la acción.

El suicidio en los medios

El suicidio de niños, niñas y adolescentes en Venezuela sigue marcado por el  estigma cultural, los obstáculos para el acceso a datos públicos aunado a la controversia que rodea este tipo de muerte, está un contexto político en el que los medios de comunicación suelen optar por la autocensura para evitar ser sancionados por alguna autoridad, con el pretexto de hacer cumplir la Lopnna (Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente).

Entre las recomendaciones se destacan:

El Estado debe:

- Establecer prioridades dentro de los planes de salud mental, que deriven en planes y creación de la infraestructura para la prevención y atención del suicidio en niños, niñas y adolescentes.

- Promover acciones educativas sobre salud mental para toda la población.

- Implementar un programa de educación pública, que cuente con partidas presupuestarias suficientes, para la promoción de la salud mental y la prevención del suicidio en niños, niñas y adolescentes.

- Informar con mayor amplitud sobre el funcionamiento de los centros de salud de la red hospitalaria con servicios de atención psiquiátrica y psicológica para niños, niñas y adolescentes para poder comprender el alcance de la cobertura, y así responder qué porcentaje de la población podría estar quedando fuera del sistema, y si son suficientes los especialistas y personal formado en el país para brindar esta atención.

- Designar  recursos suficientes para crear políticas públicas en materia de salud mental, y en programas de prevención y atención del suicidio que lleguen a la totalidad de los niños, niños y adolescentes.

Hasta la próxima resonancia

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

VIOLENCIA. HAY QUE HABLAR CON LOS NIÑOS

  Óscar Misle Óscar Misle Los recientes enfrentamientos armados en la Cota 905 y comunidades aledañas y los operativos que se van realizan...