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martes, 10 de agosto de 2021

DE LO QUE NO SE HABLA EN LA EDUCACIÓN

 


Óscar Misle 

Cuando estábamos cerrando el último capítulo del libro “De lo que no se habla”, un texto escrito por Fernando Pereira y este servidor, un virus puso de rodillas al mundo. El coronavirus, tan diminuto que solo puede verse con un microscopio, tuvo el poder de invadir países ricos, pobres, de izquierda o de derecha. Su potencia es más fuerte que las ideologías, fundamentalismos, radicalismos culturales…

Este diminuto invasor no necesitó de fusiles, tanques de guerra, bombas, misiles…  Solo fue suficiente un estornudo o una tos para tomar por asalto el cuerpo humano y comenzar su despliegue universal con el cometido de convertirse en pandemia.

¿Qué le dice todo lo vivido a nuestra soberbia, vanidad, orgullo o arrogancia? Tendremos que ponernos de rodillas con la frente pegada del suelo para que nuestro corazón esté por encima de la razón y convertirnos en seres más empáticos, compasivos y humildes.

Desde este sentimiento presentaremos vìa zoom el próximo viernes 23 de Abril, 4:00 pm, el libro De lo que no se habla. Aborda las situaciones que comúnmente viven los adolescentes sin ser tratadas o, cuando lo son, se hace de manera vana o parcial.

Una ruta que cambió los mapas

En estos momentos de incertidumbre y confinamiento los adolescentes van transitando caminos al amor a través de las adicciones intoxicando sus cuerpos, mentes y espíritus. Quedan atrapados en las redes del internet u otras tecnologías con un sedentarismo que los desconecta del mundo real para hacerse adictos al mundo virtual amenazando sus vidas con el ciberacoso y los llamados juegos peligrosos.

A través de las pantallas comienzan desde muy pequeños a centrar su foco en su imagen, gustar, atraer, seducir, lo que se ha denominado hipersexualización. Un mundo erotizado que los lleva a iniciarse sexualmente desde edades tempranas. Esto conlleva a relaciones de noviazgo en las que la agresión se convierte en una forma de relación.

En este mundo consumista en el que se utiliza el poder para satisfacer intereses y necesidades aparece la sombra del abuso y la explotación sexual. Mucho más común de lo que creemos.

La salud mental en lista de espera

Hasta la llegada de la pandemia del covid-19 nos tocó vivir en un mundo dividido, segregatorio, de doble moral en el que la xenofobia y homofobia se utilizan para discriminar al que es diferente.

El universo de las emociones represado, en muchos casos, por falta de políticas y programas de apoyo psico social hacen que la depresión tenga que, en momentos, esconderse detrás de una sonrisa por temor a ser rechazados, no comprendidos. Vivimos momentos de duelos por la pérdida física de familiares; pero también por lo incierto que resultan los planes, proyectos y los sueños tal y como nos los habíamos planteado. Ahora más que nunca el pensar en la muerte y en el abordaje adecuado de los duelos surge como una necesidad imperiosa para darle vida a la palabra resiliencia.

Muerte en vida

La muerte no llega solo a través del virus que se expandió por el mundo si no a través de la “muerte en vida” que viven muchos adolescentes y que los lleva al suicidio, para liberarse del sufrimiento, porque dejaron de verle sentido a su existencia. La violencia callejera cobra vidas convirtiendo a la adolescencia en una alcabala que miles no logran pasar.

Los fenómenos migratorios han logrado desmembrar a las familias teniendo como consecuencia  los niños que son dejados atrás; quienes quedan al cuidado de abuelas, tíos, otros familiares o allegados en condiciones económicas y sociales muy precarias.

Toda esa realidad nos lleva a preguntarnos: ¿Cómo vamos a hacer para abordarlos en las escuelas, familias y sociedad en general? ¿Qué importancia toma la dimensión espiritual en estos momentos para poder hacer los cambios que proponemos? ¿Cuáles son las transformaciones que requerirá la educación para dar la respuesta exigida?

Escenarios futuros inciertos

Con este libro queremos sacar a la luz eso de lo que no se habla para replantearnos qué transformaciones requiere nuestra sociedad para que los adolescentes puedan encontrarle sentido a su vida.

La reconocida  periodista de salud y  gran amiga Shia Bertoni nos honró con el prólogo. “Durante más de 20 años de amistad y relación profesional, en la que juntos hemos avanzado en la lucha contra la violencia infantil a través de los micrófonos, nos enseñan a valorar los espacios de orientación para hacer de la crisis un momento educable.

Ser madre y trabajar al mismo tiempo implica más funciones de las que se ven a simple vista, y por encima de eso, involucra el ejemplo que estamos ofreciendo. Este libro me atrapa, no solo por el hecho de ser mamá de un adolescente de 18 años de edad y 1,85 metros de alto, que se siente literalmente como un parto por segunda vez y sin anestesia, sino porque descubrí que desde que estaba embarazada, empezaba el recorrido más importante de mi vida, como mamá y como ciudadana socialmente responsable.

Una ventana de fe y apoyo, porque como padres, tenemos el deber de proteger siempre a nuestros hijos, así como nutrir sus corazones, su mente y su espiritualidad para mantenerlos lejos de la vorágine corrupta de la vida. 

Durante el comienzo de la contingencia derivada de la crisis global por Covid-19, tuve momentos de ansiedad y angustia por una sensible situación que me ha tocado atravesar con mi hijo, pero mi fe salió fortalecida, así como la resiliencia que heredé de mi madre. La fe es creer que es posible lograr lo que no se ve y todavía no es, como bien menciona este libro y que estoy convencida de que es la clave..

Ser adolescente es difícil en cualquier circunstancia, pero la enfermedad por coronavirus está haciendo que resulte aún más complicado. Queda un largo camino por recorrer para que volvamos a la normalidad, aunque nuestras vidas no vayan a ser las de antes, porque este virus nos está enseñando que no podemos seguir viviendo del mismo modo. 

Siéntete como yo, más preparado para asumir el reto más grande, que nos permita replantearnos la construcción del sentido de vida en nuestros adolescentes, y la forma en que, como padres, somos responsables de ello”, destaca Shia.

Hasta la próxima resonancia

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