Páginas

jueves, 8 de agosto de 2013

LAS MASCOTAS SON PARTE DE LA FAMILIA

En vacaciones, por el  tiempo libre con el que se cuenta y por la necesidad de los niños y adolescentes de recrearse y realizar actividades que los motiven, suele surgir la idea de  adoptar una mascota. Puede ser que deseen tener una mascota como compañía para: cuidarla y darle afecto, tener con quien jugar, compartir su tiempo, porque son hijos o hijas únicos, no pueden salir de la casa, otros amigos las tienen, sienten una atracción por los animales o hay una tradición familiar al respecto.

UNA OPORTUNIDAD PARA INCULCAR VALORES

• Es muy  importante aclarar que una mascota es un ser vivo que requiere cuidados, por lo tanto no es un juguete al que se puede apretar, zarandear, descuidar, o molestar, porque podría reaccionar de manera agresiva si se siente acosado o agredido.

• Una mascota nunca debe sustituir el afecto de sus seres queridos; pero sí requiere de cuidados especiales: hay que darle de comer, mantenerla aseada, no agredirla físicamente, enseñarle hábitos. Es una tarea que requiere dedicación y paciencia.

• Las mascotas, por su misma naturaleza, suelen durar menos tiempo del que quisiéramos; por lo tanto, existe la posibilidad de que puedan morir inclusive estando el niño todavía pequeño. Esta realidad produce un duelo que es importante para su crecimiento y madurez emocional. A veces cometemos el error de no adoptar nuevas mascotas para evitar que el niño sufra cuando el animalito muera. De esta forma le estamos transmitiendo la idea de que la muerte hay que negarla y no estará preparado para el momento en que tenga que sufrir pérdidas de seres queridos.

• Las mascotas nos brindan la posibilidad de formar al niño para que adquiera responsabilidades en el cuidado y protección de las mismas. Suele pasar que mientras son cachorros y están pequeñitos, atrapan nuestro interés; pero en lo que van creciendo van delegando sus responsabilidades a la persona adulta que termina cargándose con el cuidado del animalito.

• Evitemos adoptar como mascotas animales silvestres que sufren porque los sacan de sus ambientes naturales. Puede ser muy atractivo para el niño criar un monito porque le parece gracioso y no sabe que crecerá, necesitará espacio para movilizarse y se podrá volver agresivo porque se está violentando su estilo de vida, cosa que no pasa con los animales domésticos porque ya están acondicionados para convivir con humanos.

• Si el niño no tiene la capacidad de autocontrolarse, agrede y molesta a los animalitos y no se responsabiliza por ellos, es necesario plantearle que en esas condiciones no podrá seguir conviviendo con su mascota, situación nada conveniente porque regalar una mascota es hacerle daño a un ser vivo que ya se apegó y que también sufrirá con el cambio de ambiente.

• Una mascota requiere cuidados, especialmente cuando están pequeñas y, por su misma condición necesitan jugar, morder, arañar, romper, ensuciar… estos comportamientos propios de un animal pequeño pueden desesperarnos e impulsarnos a salir de la mascota. Hay que tener paciencia y saber que en la medida en que la vayamos educando serán cada vez menores los problemas que puedan causar y pueden ser motivo de alegría al contar en la familia con un miembro más que nos regale su amor, compañía, lealtad y alegría.

Seguimos creciendo juntos


Leer mas en: http://www.revistadominical.com.ve/Noticias/Firmas/Una-mascota-no-es-un-juguete.aspx#ixzz2bPxx7zca

No hay comentarios:

Publicar un comentario

VIOLENCIA. HAY QUE HABLAR CON LOS NIÑOS

  Óscar Misle Óscar Misle Los recientes enfrentamientos armados en la Cota 905 y comunidades aledañas y los operativos que se van realizan...