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viernes, 5 de febrero de 2021

EL TATUAJE Y LOS ADOLESCENTES

 


Óscar Misle

@oscarmisle

En intercambios con adolescentes en Cecodap  hemos conversado sobre  los tatuajes para identificar  por qué les atraen tanto. “Yo creo que es una forma de estar en algo, los deportistas y los artistas se los hacen y mientras más tatuajes tengan  se ven más cool” (Jorge, 15 años), “A mí me parece que es para llevar en tu piel algo que es importante y quieres que te acompañe toda la vida” (Marianna 17 años), “Mi mamá y mi papá se tatuaron, ella un unicornio y él un cóndor. Cuando le pregunto no saben explicar muy bien el significado, o no quieren entrar en detalles” (Ronald 16 años). “Yo creo que es una forma de decorar tu cuerpo, para mí es algo estético” (Cindy, 15 años).       

Lo cierto es que los tatuajes no son solo marcas en la piel. Son imágenes, símbolos, frases, letras… que expresan algo que importa, que gusta y que se  quiere preservar inmodificable y para toda la vida.

Ponen en evidencia, a través de la piel, aquello que no puede ser dicho, o simplemente las palabras no alcanzan para expresarlo en su justa dimensión.

 

Tienen su propio lenguaje.

 Eso que se imprime, exige, dependiendo de la parte del cuerpo, soportar dolor físico en la piel cuando se inocula la tinta. Se convierte en un sello con un fuerte contenido emocional. Puede haber una  historia, una relación, una pérdida o un deseo que se denuda con en esa segunda piel multicolor o monocromática.

 

Pudiera ser la  forma de  simbolizar  y “calmar” un dolor psíquico, angustia; por ejemplo,    mitigar  el dolor por la muerte o pérdida  de un ser querido, hay quienes se tatúan la imagen del ser fallecido o algún símbolo que represente un  amor, un sueño o una pérdida.

Son oportunidades interesantes para dialogar con los adolescentes, sobre lo  que implica  tomar la decisión.

Esas imágenes  perdurarán para siempre. Con el tatuaje pueden sentir  que, pase lo  que  pase,  siempre estará en ellos. Muchas  veces, en las morgues,   a las personas  se les puede  reconocer por el tatuaje  que llevan estampados en una parte de su cuerpo.

 

Sentido de pertenencia

El tatuaje puede ser  una  forma de pertenecer a un determinado grupo deportivo, musical, cultural, estudiantil…  La decisión de imprimir un tatuaje implica una motivación o necesidad  personal que pone en evidencia un deseo consciente. Puede ser  incluso que la persona, no lo tenga presente, y queda oculto en el inconsciente. Pero más allá de ello, hay un significado, un simbolismo, que resultará interesante descifrar con nuestros adolescentes.

Cada vez son más comunes y universales.

Se han ido generalizando y normalizando. Según la psicóloga Sheila Estévez Vallejo «Hay dos motivos por los que las personas pueden hacerse un tatuaje, uno de ellos es subrayar la propia identidad y el otro inmortalizar momentos, tanto los que fueron felices como aquellos que nos han dejado una herida psicológica»,   

Lara Pacheco, de Cenit Psicólogos, considera  que «las motivaciones por la que alguien decide tatuarse son tan amplias   como personas existentes. .

Vallejo considera  que tal vez lo que nos mueva para tatuarnos sea querer, de alguna manera, «fotografiar» un recuerdo en nuestra piel, «sentirnos únicos, autodefinirnos, diferentes, revelando una creencia o unos valores». «Otro motivo por el que decidimos tatuarnos es como respuesta a un daño emocional vivido; el tatuaje es parte de aceptación de ese daño y resultado del proceso de resiliencia o de superación».

 

Pacheco asegura que hay «pocos rasgos de personalidad que destaquen entre las personas que se tatúan». «Si lo generalizamos, podríamos decir que la característica común más importante es la búsqueda de un sentido de 'unicidad', el ser único u original»,

¿En qué parte del cuerpo?

Otra decisión complicada: elegir el lugar del cuerpo en que lo quieren realizar, ya que poden concebir este símbolo estético como algo íntimo o algo para ser mostrado. «Quienes se decantan por realizarlo en lugares visibles, como los brazos o las piernas, suelen querer lucirlos a modo de 'joya' o como algo que les identifica, que forma parte de la autoimagen y del mensaje que quieren que reciban los demás. 

Un recurso terapéutico

 Los tatuajes son  considerados por algunos como un recurso terapéutico, como por ejemplo tatuar un pezón después de una  reconstrucción de la mamas, disimular una cicatriz…

Nos  toca como adultos, más  que  juzgar, preguntarnos: ¿Por qué  deseará mi hijo hacerse un tatuaje? ¿Qué será  lo  que  quiere  tatuar  en su  piel para  toda la vida y que sea inmodificable? Puede que  no tengan claras las respuestas, y sientan      que si otros lo hacen porque no ellos.

 

Puede ser  una oportunidad para conversar sobre la responsabilidad que implica modificar la piel de forma permanente. Si no se tiene bien claro lo que implica, más si consideramos que somos seres en evolución y lo que en un momento fue significativo, puede  que en futuro no lo sea y nos preguntemos: “¿Y ahora qué hago con esto que me recuerda permanentemente la piel?”  

 

Hasta la próxima resonancia

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