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martes, 24 de julio de 2018

VACACIONES CON LOS BOLSILLOS VACÍOS ¿QUÉ HACER?


Óscar Misle

@oscarmisle

Salir al cine, ir a la playa, comer un helado, visitar centros comerciales, son posibilidades que no están al alcance de nuestros bolsillos. Cada salida implica gastos adicionales, estacionamiento, trasporte, meriendas… Hay que sumar la dificultad para conseguir dinero en efectivo.

Los campamentos vacacionales privados solo los pueden pagar algunos, los gratuitos no son suficientes para atender la cantidad de niños y adolescentes que durante cerca de tres meses no sabrán qué hacer  con tanto tiempo libre.
La falta de oportunidades o alternativas para la recreación pueden hacer que queden atrapados por las pantallas del televisor, enredados en la redes, secuestrados por los video juegos, intoxicándose de contenidos inconvenientes para su salud emocional
Mucha expectativas, pocas posibilidades
La imaginación hace que se alimenten las expectativas y se espere con ansias  ese momento  que permita cambiar la rutina,  con alternativas distintas y emocionantes que le pongan color  a la cotidianidad.
La ilusión  pronto se convierte en desilusión. Hasta el punto de convertirse en un “dolor de cabeza”  cuando  comienzan a expresar  que están aburridos, unos lo  dicen, otros  lo evidencian  con su comportamiento. Al no tener respuesta la frustración se hace presente y junto a ella la hostilidad.
En estos períodos por la cantidad de tiempo libre, la dinámica familiar cambia, los horarios se tornan más flexibles a la hora de levantarse o ir a la cama, comer, recrearse, jugar… Estos cambios pueden generar estrés, a veces difícil de manejar. La situación del país hace de por si compleja la convivencia, el “No tengo” o “No hay” no siempre es bien tolerado por quienes rechazan estar y sentirse “enjaulados” durante las vacaciones.
Puede preocupar que tanto tiempo de ocio haga que olviden lo que aprendieron durante el año escolar y les asusta que “pierdan tanto tiempo” y surge la tentación de ponerlos a realizar actividades de nivelación inscribiéndolos en cursos y talleres. Iniciativas que no suelen ser muy de su agrado pues sienten que les impide hacer un corte que permita experimentar con actividades diferentes a lo que comúnmente hacen en la escuela.
A muchos adolescentes se les activa el deseo de buscar un empleo o realizar una actividad que les permita, ocupar el tiempo libre y conseguir algunos recursos para tener dinero para ir al cine, la playa, etc. A las familias les asusta que esa posibilidad los lleve a dejar los estudios por el atractivo de contar con un oficio formal  o formar  parte de lo  que se ha llamado “bachaqueo”
¿Qué podemos hacer?
A pesar  de la situación  se puede  hacer  uso de la creatividad e incursionar en algunas iniciativas.
Actividades artísticas.  Estimulándolos a que se expresen con dibujos que pueden convertirse en cuentos que se compartan con la familia. Podrían realizar tarjetas, cuadros con imágenes o escenas que obsequien a sus seres queridos o para decorar su habitación.
Manualidades.  Crear cofres de cartón, títeres con medias, porta retratos, porta lápices, juegos de memoria;  rompecabezas.
Actividades musicales. Aprender a tocar un instrumento musical, participar en clases de danza o cualquier otro baile que sea de su interés.
Deportes. Existen diferentes actividades deportivas que se pueden organizar entre los vecinos o compañeros de estudioEntre otras opciones está  montar bicicleta, salir de excursión. Se pueden organizar las familias para turnarse y acompañarlos.
Colaborar con las tareas del hogar y compartir, en horarios acordados y que tengan como compensación el estar juntos, comunicarse mientras realizan las actividades domésticas.
Redecorar el cuarto o algún lugar de la vivienda con el apoyo de los adultos pueden organizar la habitación de forma diferente, seleccionar lo que ya no utilizan y si están en buen estado donarlos y de esta forma se estimula la solidaridad.
Ver películas, reflexionar sobre el contenido, los personajes, la trama, para identificar qué opinan y sienten sobre lo planteado. Se puede estimular su imaginación preguntándoles qué hubiesen hecho ellos en esa situación.
Participar en planes vacacionales. Son una buena oportunidad para que  puedan recrearse y socializar con otros niños. Se puede investigar los que están realizando las alcaldías para este período, con costos accesibles y personal preparado.
Visitar familiares, pasar unos días juntos, como por ejemplo: abuelos, tíos, primos para compartir y propiciar el acercamiento.
Hasta la próxima resonancia

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