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martes, 18 de julio de 2017

VACACIONES ESCOLARES ¿CASA POR CÁRCEL?

Óscar Misle
@oscarmisle
 Llegaron las vacaciones en una realidad de país muy compleja. Tener a los niños en la casa  sin poder salir por la violencia y  el alto costo de la  vida se vuelve en u verdadero dolor de cabeza. 



Salir al cine, ir a la playa, visitar centros comerciales, son posibilidades que no están al alcance de nuestros  bolsillos y que dependiendo de la zona pueden poner en riesgo la vida o la integridad física.
La falta de oportunidades o alternativas para la recreación pueden hacer que nuestros hijos e hijas queden atrapados por las pantallas del televisor, enredados en la redes, secuestrados por video juegos, expuestos al vendaval de malas noticias intoxicándose de información inconveniente para su salud emocional.
Previo al período vacacional puede que la imaginación, especialmente en los niños,  alimente expectativas y deseos que llegue  ese momento  que les permita cambiar la rutina,  con alternativas distintas a las cotidianas.
La ilusión  pronto se convierte en desilusión.  Hasta el punto de convertirse en un motivo de estrés emocional  cuando  comienzan a expresar  que están aburridos, unos lo  dicen, otros  lo evidencian  con su comportamiento. Al no tener respuesta la frustración se hace presente y junto a ella la hostilidad.
En estos períodos por la cantidad de tiempo libre, la dinámica familiar cambia, los horarios se tornan más flexibles a la hora de levantarse o ir a la cama, comer, recrearse, jugar… estos cambios pueden generar estrés, a veces difícil de manejar sobre todo cuando las carencias hacen  que no puedan comer lo que  quieren en la cantidad y variedad que desearían, salir con otros amiguitos, ir al parque de diversiones…  
Puede preocupar que tanto tiempo de ocio haga que olviden lo que aprendieron durante el año escolar, de por si hubo muchos días en los que no pudieron ir al colegio y nos preocupa que “pierdan tanto tiempo”. Surge la tentación de ponerlos a realizar actividades de nivelación inscribiéndolos en cursos y talleres. Iniciativas que no suelen ser muy del agrado de los niños y niñas pues sienten que les impide hacer un corte que les permita experimentar con actividades diferentes a lo que comúnmente hacen en la escuela.
¿Qué podemos hacer con los niños?
Realizar actividades artísticas.  Estimulándolos a que se expresen con dibujos que pueden convertirse en cuentos que se compartan con la familia. Podrían realizar tarjetas, cuadros con imágenes o escenas que obsequien a sus seres queridos o para decorar su habitación.
Convertir las manos en posibilidades para crear realizando manualidades sencillas, para crear juguetes, títeres, porta lápices, juegos de memoria;  rompecabezas.

Realizar deportes, paseos, visitas. Se pueden organizar las familias para turnarse y acompañarlos.

Colaborar con las tareas del hogar y compartir, en horarios acordados y que tengan como compensación el estar juntos, comunicarse mientras realizan las actividades domésticas.

Redecorar el cuarto o algún lugar de la vivienda con el apoyo de los adultos pueden organizar la habitación de forma diferente, seleccionar lo que ya no utilizan y si están en buen estado donarlos y de esta forma se estimula la solidaridad.

Ver juntos series o películas, reflexionar sobre el contenido, los personajes, la trama, para identificar qué opinan y sienten sobre lo planteado. Se puede estimular su imaginación preguntándoles qué hubiesen hecho ellos en esa situación.

Participar en planes vacacionales. Son una buena oportunidad para que  puedan recrearse y socializar con otros niños. Se puede investigar los que están realizando las alcaldías para este período, con costos accesibles y personal preparado.

Visitar familiares, pasar unos días juntos, como por ejemplo: abuelos, tíos, primos para compartir y propiciar el acercamiento.
Hay que estar atentos con lo que sentimos, porque puede pasar  que por la situación que vivimos consideremos  que no debemos estar buscando espacios para el esparcimiento y la recreación, sin embargo para la salud mental estos momentos  son claves para el equilibrio personar y familiar. 




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