Páginas

lunes, 5 de octubre de 2015

CUANDO LA VIDA NOS COLOCA EN EL HOMBRILLO

Por: Óscar Misle, @oscarmisle



En el hombrillo de la vida
Tenemos que aferrarnos a esa esperanza. (Créditos: Shutterstock.com)

Anna Vaccarella, una amiga a  quien quiero, admiro y con quien he  tenido la posibilidad de compartir reflexiones y puntos de vista sobre temas de interés familiar y social, en diferentes momentos de su trayectoria profesional y humana,  desde  sus inicios en “Alerta” en RCTV,  hasta ahora en nuestro espacio semanal de los martes  “Resonancias” transmitido  por Unión Radio, me ha regalado la posibilidad de palpar de cerca la forma como ha asumido su proceso desde  que supo del diagnóstico del cáncer con todo lo que ello implica.

En esta ocasión este espacio está inspirado por una nota que leí en su Instagram. Debo  confesar me  conmovió por aleccionadora e inspiradora. Su vivencia la narra desde una butaca en la que recibe su tratamiento de quimioterapia. 

Textualmente comenta: “Nadie le ha preguntado al otro qué tiene. Somos compañeros de lucha a quienes la vida nos ha hecho compartir estas eternas horas de tratamiento... estamos en el hombrillo de la vida. Detenidos a la fuerza. Cada uno tiene su historia, su dolor a cuestas, su diagnóstico  y sus esperanzas.

Nuestra comunicación es en una dimensión distinta. Aquí no hay ingenieros, abogados, periodistas, ni diferencias políticas, no hay formalismos, no hay nada que aparentar... todos somos iguales en esta sala de quimioterapia.

Hablamos de lo que usualmente no se habla con personas desconocidas: cómo combatir el estreñimiento, las náuseas, el insomnio y muchas otras cosas que nos pasan cuando nos sometemos a estos tratamientos. Compartimos un baño y a una maravillosa enfermera llamada Margarita. Nos atiende con esmero y amor.

El tiempo es tan largo en ese sofá que también nos da para pasar largo rato en silencio, y tal cual como cuando nos accidentamos, busco en el hombrillo el caucho de repuesto y las herramientas... pero pasa que muchos pensamos que nunca nos accidentaríamos y veo que a mi caucho le falta aire y que las herramientas no están completas. A través de una vía, los medicamentos entran a mi cuerpo. Siempre me duele esa vía.

Hoy Margarita, nuestra enfermera, me dijo "Anna ama a esa vía, no le tengas miedo..."
Hoy quiero amar incluso a este hombrillo que me permite ver el bosque más allá de los árboles. Ojalá que estas líneas te animen a amar tu existencia y también a estar preparado por si te sorprende el hombrillo de la vida.

Ya transcurrieron las horas... terminó esta sesión y nos despedimos los compañeros de lucha llenándonos de bendiciones.
Afuera somos unos desconocidos que paradójicamente han compartido más que cualquier par de amigos. ¡Así es la vida!”

Anna nos regala una profunda reflexión. Sabemos lo que se siente  cuando la vida nos coloca en el hombrillo por circunstancias que no decidimos ni podemos controlar racionalmente. Poco nos sirven los mapas externos. Nos toca dejar que Dios y el amor hagan lo suyo; nos den las señales para decidir la ruta que nos permita transitar por los laberintos del alma y poco a poco encontrar respuestas a las preguntas trascendentes como quien soy, a dónde voy y con quiénes.

¡Gracias, Anna!

Seguimos creciendo Juntos


Leer mas en: http://www.revistadominical.com.ve/noticias/firmas/en-el-hombrillo-de-la-vida.aspx#ixzz3niuS3UHO

No hay comentarios:

Publicar un comentario

VIOLENCIA. HAY QUE HABLAR CON LOS NIÑOS

  Óscar Misle Óscar Misle Los recientes enfrentamientos armados en la Cota 905 y comunidades aledañas y los operativos que se van realizan...