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miércoles, 30 de septiembre de 2020

NIÑEZ Y ADOLESCENCIA SIN VOZ

 

Óscar Misle

En reiteradas entrevistas especialistas en el tema educativo y de participación ciudadana   han expresado la necesidad de conocer lo que piensan y sienten los niños y  adolescentes sobre la forma  en que están viviendo y procesando la cuarentena. Sin embargo son muy pocos los espacios en los cuales pueden participar y opinar.

En Cecodap fuimos testigos de momentos  estelares en la década de los 90 en lo que se refirió a la participación protagónica de la niñez para la promoción y defensa de los derechos del niño. “Juntos por una nueva Ley” fue un movimiento nacional  para que opinaran e hicieran aportes para  que en el texto de la Ley Orgánica para la Protección de las Niñas, Niños y Adolescentes (LOPNNA) sus necesidades estuvieran presentes convertidas en derechos.

Cuando se realizaba una actividad en los distintos estados del país, los niños, niñas y adolescentes, de diferentes realidades socioeconómicas, eran fuente prioritaria y sus declaraciones y propuestas llegaron a ocupar las primeras páginas de la prensa nacional.

En el programa de televisión “Dice y hacen” conducido por Miguel Ángel Rodríguez y  transmitido en horario estelar RCTV, grupos de niños, de diversas realidades, fueron invitados para entrevistar a los más importantes candidatos para la Presidencia de la República: Hugo Chávez, Salas Romer, Claudio Fermín e Irene Sáez.

La luna de miel duró hasta  que llegó la Ley de Responsabilidad Social  en Radio y Televisión (Resorte) aprobada por la Asamblea Nacional de Venezuela, vigente desde el 7 de diciembre de 2004, cuyo objetivo es el de establecer la responsabilidad social   de los prestadores de los servicios de radio y televisión. A partir  de ese momento la participación de los niños y adolescentes se fue haciendo cada vez más cuesta arriba, la censura y la autocensura por temor a las  sanciones y la discrecionalidad  con la que suele manejarse la ley amenazó la posibilidad que tienen los niños de opinar y participar públicamente.                 

Los Niñas, niños y adolescentes:

Son sujetos de derechos, ciudadanas y ciudadanos con derechos y deberes. Un tratado de derechos humanos internacional, la Convención de los Derechos del Niño (1989), garantiza este estatus a la niñez del mundo; así como la LOPNA lo consagra a nivel nacional.

Tienen el derecho a expresar libremente sus ideas sobre los asuntos que consideren de su interés, dentro de la familia, escuela, comunidad, país y sociedad en general; sin más límites que los establecidos en la ley. No podrán hacer llamados a la violencia, racismo, xenofobia, terrorismo.

Irán ejerciendo sus derechos de manera progresiva, gradual, de acuerdo a su nivel de desarrollo, madurez. Los adultos (padres, familiares, docentes…) tienen un papel preponderante en que se respete este proceso. La edad, ámbito social, cultural y características propias de cada individuo determinan cada caso y situación.

Deben decidir participar voluntariamente, sin ningún tipo de coerción, presión o amenaza. Informándolos sobre la actividad, propósitos y qué se espera de él o élla. De forma tal que pueda dar su consentimiento en muestra de aprobación.

 Deben estar protegidos por los adultos, quienes considerarán en cada caso y situación lo que es más conveniente para cada niño o niña (interés superior del niño).

Tienen derechos que deben ser respetados y promovidos por los adultos que asumen la responsabilidad de su protección y formación ciudadana. En todo el mundo se lucha para que la voz de las niñas, niños y adolescentes sea escuchada y tomada en cuenta en todos los ámbitos de la vida (casa, escuela, comunidad, país, medios de comunicación social), nuestro país no puede ser una excepción.

No pueden ser utilizados como voceros de los planteamientos de adultos (en actos oficiales, religiosos) es una manipulación que irrespeta su condición de niño o niña. El niño, niña o adolescente debe ser vocero de sus ideas, opiniones y con capacidad para asumir las consecuencias, individuales y sociales, de sus pronunciamientos y actuaciones públicas.

Tienen el derecho a que sus opiniones sean difundidas. Los medios de comunicación social cumplen un papel fundamental. La información debe ser procesada de forma adecuada y responsable a fin de evitar la estigmatización. Cuando un niño, niña o adolescente se convierte en noticia y su actuación es interpretada, juzgada, de formas diferentes y reiterada por diversos medios, se crean matrices de opinión que podrían atentar contra su integridad física y emocional .

Hasta la próxima resonancia

LOS NIÑOS EN LAS REDES

 

Óscar Misle

¿Cómo es la relación de los niños con las tecnologías en Venezuela en estos tiempos del coronavirus? Frente al vacío de datos, Cecodap  solicitó al Instituto de Investigaciones de la Comunicación (Ininco) la realización del estudio académico Procesos, Prácticas y Experiencias Comunicacionales de Niños, Niñas y Adolescentes, durante la Cuarentena por COVID-19..

Las responsables de la investigación fueron Morella Alvarado y Mariana Bacalao, especialistas del Ininco. El estudio se realizó entre el 20 de abril y el 22 de mayo de 2020; en el Área Metropolitana de Caracas y el estado La Guaira.

Cinco interrogantes que el informe logra responder:

1: ¿A qué tipo de equipo tecnológico tienen más acceso los niños, niñas y adolescentes?

Una de las principales pantallas con las que interactúan es el teléfono móvil inteligente. Los dispositivos con capacidad para navegar por internet, instalar aplicaciones, interactuar con las redes sociales y otras funciones los encontramos predominantemente y de manera casi exclusiva en manos de los chicos de zonas urbanas. 

Hay una tendencia en los niños que acuden a escuelas públicas que por lo menos uno de los miembros de la familia posee un teléfono inteligente con las capacidades necesarias para instalar Whatsapp, Zoom y otras aplicaciones. 

Mientras mayor el nivel socioeconómico de las familias, tiende a ser menor la edad en que los niños reciben su teléfono inteligente (y su computador personal). La edad promedio en los colegios privados para un primer móvil inteligente oscila entre los 8-10 años, mientras que para la población rural puede ser después de los 15 años, sin garantía de que esto deba ocurrir.

2: ¿La cuarentena cambió las relaciones entre los niños y las tecnologías de la información?

Uno de los cambios más significativos fue el horario compartido entre actividades académicas y de ocupación del tiempo de ocio. En la mayoría de los hogares, solo hay acceso a una computadora o dispositivo móvil inteligente. 

En los hogares con un nivel socioeconómico alto, pero con hijos pequeños, la cuarentena ha creado enormes tensiones. Los padres deben compartir sus computadoras con los hijos y al mismo tiempo trabajar de manera remota, en jornadas y horarios que se han extendido por la crisis.

En la población de centros educativos públicos y en los rurales tienen computadoras en sus casas: PC, laptops, tabletas, que han comprado o les han otorgado en planes sociales del Estado (Programa Canaima Educativo), pero estos equipos están obsoletos, dañados o sin conexión a internet. Esto hace que dependan básicamente de los teléfonos con conexión que posean o puedan conseguir. 

En muchos casos de familias rurales, la única opción disponible de educación a distancia es a través de la televisión. Reportaron que las señales abiertas de los canales Venezolana de Televisión y Vive TV a través de los cuáles se transmite el programa Cada familia una escuela se han tornado inestables, dependían  de DirecTV para poderlos sintonizar. Posibilidad que fue eliminada, debido a la salida de la empresa del país.

3: ¿En qué red social están?

El correo electrónico es la herramienta universal de comunicación utilizada por los entrevistados. Al igual que Facebook, aparecen mencionadas por prácticamente todos los entrevistados. 

Las excepciones se dan entre los niños más pequeños, entre los cinco y los siete años. En la mayoría de los casos no poseen correos electrónicos ni redes sociales personales, son usuarios ocasionales y coyunturales a través de las cuentas de sus padres y familiares.

En otros casos encontró que el correo electrónico es utilizado por los niños no como herramienta de comunicación asincrónica, sino como un requisito para instalar videojuegos.

Los muchachos de colegios privados tienen una mayor presencia en las redes sociales, siendo actualmente las favoritas Instagram y TikTok

Entre los niños y adolescentes rurales lo más común fue encontrar que tienen una cuenta en Facebook, que revisan cada vez con menos frecuencia.

La rede social más utilizadas entre los estudiantes de las escuelas públicas y privadas es YouTube

 4: ¿Cómo se informan?

Buscan información principalmente en YouTube. Consultan  tutoriales o datos sobre videojuegos, deportes, moda, hobbies, profesiones, alimentación, farándula, música.

Se evidenció poco consumo de contenidos informativos, tipo noticia,  como hábito generalizado. Solo lo mínimo necesario para informarse sobre el acontecer nacional y la pandemia.

Recurren a influencersyoutubers, humoristas y/o sus adultos cercanos.  Los adolescentes prefieren utilizar a sus familiares como fuentes de información.

 5: ¿Tener internet y dispositivos electrónicos es garantía de conectividad?

Una de las dificultades detectadas es que solo se tiene conectividad a través de empresas privadas. Tarifas que resultan prohibitivas para la media de las familias.

“El promedio de uso de datos por persona adulta con uso frecuente del servicio de internet es de 4 a 10 gigas mensuales. En algunas operadoras equivale a un gasto de entre 3 y 5 dólares mensuales. A simple vista pareciera poco, pero todo datos hay que ponerlo en contexto. Eso equivale a dos salarios mínimos. Y las personas deben tomar la decisión de alimentarse o estar conectado”, apuntó Alvarado.

Se llegó a determinar que los proveedores privados presentan fallas en algunas zonas y que si bien pueden funcionar la suspensión del servicio eléctrico afecta la conectividad.

¿Mayor  exclusión?

La igualdad de oportunidades como indicador de la democracia no se está cumpliendo. Este año escolar está suponiendo una desigualdad mucho mayor en términos de oportunidades y ha dejado al descubierto las diferencias abismales que atraviesan nuestra realidad social.

Hasta la próxima resonancia

 

CARICIAS QUE SANAN

 

Óscar Misle 

Hace algún tiempo llegó a mis manos un video de Alex Rovira, escritor y conferencista español, quien utiliza una imagen interesante: “¿Qué pasaría en un desierto por el que caminamos agotados, con una sed que ahoga producida por el calor agobiante,  y de pronto divisamos un charco con agua sucia, mal oliente? Sin duda  cualquiera de nosotros  nos lanzaríamos a beber de sus aguas contaminadas”. 

Cuantas veces la soledad y el deseo de ser amados  hacen que  caigamos  en relaciones tóxicas con el deseo  y fantasía de  calmar nuestra sed de amor.

Detrás de  esos   comportamientos disruptivos de nuestros hijos y estudiantes  puede estar  la necesidad de sentirse atendidos,  vinculados, visibles. Prefieren las  agresiones  a sentirse  ignorados. Cómo diría esa vieja canción “odio quiero más  que indiferencia porque el rencor hiere menos  que el olvido”.

Las caricias en la crianza

Con la reflexión de Rovira queremos abordar el tema de las caricias y su  importancia en la crianza y educación. Aclara  que  no solamente  son las físicas (besos, abrazos)  sino  también las verbales las que posibilitan reconocer, estimular, escuchar o elogiar.

Cuantas veces la soledad y el deseo de ser amados  hacen que  caigamos  en relaciones dañinas con el deseo  y fantasía de  que  calmaran  nuestra sed de amar.

No  con poca frecuencia nos encontramos  con parejas que no saben vincularse sino desde la hostilidad. Si no pelean no se  comunican. La situación se hace más dramática en este confinamiento. A muchos  les  toca  quedarse solos. No están los hijos u otros seres queridos presentes y los que sí están no saben  qué hacer con ese espacio de intimidad, por tantas horas, que los intimida por la poca capacidad de dar  y recibir caricias, no solo físicas, también las afectivas y emocionales.

Heridas que muerden

El amor, si no se abona se seca, se marchita. Requiere tiempo y espacio para la comunicación y el encuentro. No hay peor soledad  que la  que se siente en compañía.  En uno de mis libros, “Heridas que muerden heridas que florecen” cuento historias  que revelan situaciones  que afectan la convivencia. Personas que han sufrido    profundas heridas emocionales que no han sanado. Están tan presentes y abiertas que muerden.

Una herida emocional para que deje de morder y florecer requiere ser reconocida. Identificar los sentimientos y emociones que hacen  que duela. Es como cuando vamos a la playa y nos insolamos; nos aterra que alguien nos abrace porque duele que nos toquen. Eso también pasa  en lo emocional. Las experiencias pasadas, especialmente en las que hubo agresiones y abusos de diferente índole, físicos, emocionales, pueden generar heridas que quedan infectadas y dificultan la relación con los demás.

El poder de las caricias

Sentirse queridos. Don Bosco decía  que no basta con querer a los muchachos, tienen  que sentirlo. Es cierto. Nos podemos esforzar para  que a nuestros hijos no les falte nada  material, pero si no se sienten amados buscarán la atención a través de comportamientos inadecuados, en las adicciones por ejemplo

Dar y recibir amor. Amar es un arte. Como diría Erich Fromm, en su libro El arte de amar, requiere la dedicación que exige cualquier disciplina artística.

La educación emocional    nos permite  formarnos para reconocer y regular nuestras emociones. Si no somos capaces de reconocerlas y aceptarlas podemos reprimirlas y nos harán  una mala jugada. Conocer nuestro mundo emocional requiere que acariciemos lo que somos, sentimos y cómo  nos vinculamos con otros. ¿Si no nos amamos a nosotros  cómo podemos amar a los demás?  

Sentir si es cosa de hombres. Si los niños varones aprenden desde los primeros años a reconocer y expresar sus emociones seguramente crecerán menos violentos. En los índices de violencia por homicidios más de 80% de los casos son varones las víctimas y victimarios.

Nos hace autónomos emocionalmente. Está demostrado que las personas que no se sintieron amadas y fueron víctimas de agresión, abandono, exclusión… son las más vulnerables a caer en fanatismos religiosos o políticos. Su vacío existencial las puede convertir en seres dependientes, manipulables,  sumisos a quien ostenta poder, leales, ciegos con tal de sentirse parte de una ideología  que les permite “estar incluidos” aunque en la práctica no se traduzca en hechos concretos.

Hasta la próxima resonancia

LOS NIÑOS SI SE DEPRIMEN

 


Óscar Misle



A medida que pasaron el día de la cuarentena José Alberto (6 años) comenzó a tornarse hostil, se irritaba por cualquier cosa. Comenzó a cambiar progresivamente su comportamiento. Se resistía  a realizar las asignaciones escolares on line. Al principio Mercedes,  su mamá, pensaba que era malcriadez, que le daba flojera cumplir con sus responsabilidades. Con frecuencia  se quejaba de  dolores de estómago, rechazaba la comida, dormía  mal, su desánimo era tal  que no le provocaba jugar.

Mercedes preocupada, consultó  al pediatra. Le indicó varios exámenes y todos  los valores salieron normales. Una cuñada Le recomendó un  psicólogo infantil que hacía equipo   con una psiquiatra. Lo evaluaron, y después de varias entrevistas   le  diagnosticaron una depresión.

La familia se negaba aceptar el diagnóstico. Creían imposible  que un niño de 5 años tuviera una depresión. Los cambios en la rutina producto del aislamiento físico generó distanciamiento de actividades muy importantes, como por ejemplo ver personalmente a sus compañeros, no poder visitar a sus abuelos maternos con quienes tenía un apego muy grande, no poder tener cerca a Rodrigo, su papá, quien viajó por unos días a un congreso a  Buenos aires y lo atrapó la cuarentena.        

Todos estos cambios seguidos  afectaron mucho a José Alberto. Al principio Mercedes pensaba  que los cambios anímicos eran  transitorios; pero no fue así. Durante dos meses la situación emocional persistía y  se iba haciendo cada  vez más compleja.

Anímicamente se sentía y se veía mal. A José Alberto le  costaba  poner en  palabras lo que sentía,

Le  desesperaba no poder  verbalizar lo  que le sentía, la  forma de  expresar  sus sentimientos era con un llanto recurrente. Se sentía mal de  no poder tener a su papá en la casa. Se negaba a comunicarse con él por Whatsaap. No  entendía los razonamiento que le daban. Lo único  que le atraía era encerrarse en su cuarto.

 

 

¿Qué pasó con Ricardo?

 

El psiquiatra, una vez  que tenía  claro  el diagnóstico, conjuntamente con la psicóloga, involucraron a la familia para trabajar coordinadamente, incluyendo  con la escuela y de esta forma lograr un abordaje integral.

 

El tratamiento contempló un ciclo de terapia psicológica  a distancia y  fármacos prescritos por el médico.  En un principio para la familia no fue  fácil vencer el tabú que existe en relación al tratamiento  con profesionales  de salud mental (psicólogos, psiquiatras, psicoterapeutas).

 

Poco a poco,  fueron aceptando las recomendaciones de los especialistas. Por su parte   pusieron todo su empeño en demostrarle a José Alberto su amor y respeto por el momento estaba pasando, sin forzarlo, ni juzgarlo. Evitando la sobreprotección. Para el papá  la situación  era difícil  por estar fuera del país. Con las tecnologías  hacía el esfuerzo de mantener  contacto con el grupo familiar. Requirió apoyo  psicológico. En otras ocasiones pasó por episodios depresivos por duelos que le costó procesar, tendía a enmascarar sus emociones hasta que recibió  apoyo psicoterapéutico, esta situación en su historia personal hacia que sintiera empatía con el momento difícil que estaba viviendo su hijo.        

 

La depresión es una enfermedad. No es lo mismo estar triste que deprimido. La tristeza es una emoción válida. Cuando se hace crónica, persistente y se asocia a otros síntomas como los antes descritos el mejor acto de amor es buscar la ayuda profesional. 

 

Hasta la próxima resonancia.  

       

¡QUE DIFÍCIL SER NIÑO!

 

 Óscar Misle

 



Que difícil resulta para los niños vivir su condición en un mundo de adultos. Una realidad en la que sus necesidades básicas, alimentarias, sanitarias, recreacionales, afectivas no están satisfechas. Nos cuesta entender por qué actúan de una determinada forma cuando le exigimos algo y no hacemos consciente  que desconocemos su proceso de desarrollo.

Les cuesta comprender   lo que los adultos  tratamos de transmitir con un lenguaje complejo y distante a su mundo de interpretaciones. 

 

 A los niños les ha tocado vivir durante más de cuatro meses  una cuarentena, que los ha alejado físicamente  de sus amigos, familiares y  compañeros de clases. Durante el período escolar a distancia, se pretendió convertir cada casa en una escuela. Los atiborraron de asignaciones escolares para “garantizar” continuidad al proceso educativo. Culminaron su año escolar sin poder celebrar presencialmente. 


Cuando digo celebrar me refiero a los rituales propios de los cierres de ciclos, actos de graduación, cambio de nivel, lo tuvieron que hacer de manera virtual los más privilegiados. Ese 40% de la población que cuenta con una  conectividad inestable que depende de la capacidad  de la señal de internet, de los equipos disponibles, de que haya luz eléctrica.


Para los niños, nativos digitales, recurrir a lo virtual para informarse, relacionarse y vincularse no es tan distante como  puede resultar para muchos de nosotros.  Las investigaciones que han consulado a los niños, han reflejado su necesidad de ver a sus compañeros y amigo, cara a cara, poder correr,  jugar, relacionarse con ellos, no solamente a través de la pantalla.

 

¿Día de los niños en  cuarentena?

“Mami, ¿qué me vas a regalar en mi día? Detrás de esta pregunta se oculta una 

larga lista que va desde juegos, equipos electrónicos, prendas de vestir y pare Ud. de contar. Esa ha sido la forma más común y generalizada de honrar a los niños en su día; pero el propósito de la celebración va mucho más allá.

 

¿Cuándo y cómo surgió la idea?

Celebrar el Día del Niño lo propuso en 1952 la organización Unión Internacional de Protección a la Infancia (UIPI). En 1954 la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución por medio de la cual se establecería el «Día Universal del Niño» y se asignó a Unicef la responsabilidad de promover anualmente ese día consagrado a la fraternidad y entendimiento entre los niños y niñas del mundo entero.

 

La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el primer lunes del mes de octubre como la fecha en que se celebra el Día del Niño. Sin embargo el día y el mes seleccionado varían de país a país. En Venezuela corresponde al tercer domingo de julio, mes que coincide con el inicio de las vacaciones escolares.

La cuarentena extendida no permitirá celebrar con actividades presenciales  culturales, recreativas, artísticas, distribución de juguetes… 

 

Un llamado al compromiso

El Día del Niño se nos presenta como una posibilidad para llamar la atención de la sociedad y de los gobiernos sobre los derechos de la niñez ya que no todos celebran su día. 

La Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), elaborada por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Universidad Central de Venezuela (UCV) y la Universidad Simón Bolívar (USB)   refleja que en cuanto a pobreza y desnutrición Venezuela sufre un deterioro profundo. Según el estudio los venezolanos no consumen 2.200 calorías diarias. Quienes logran ingerir estas calorías no pueden costear servicios esenciales como luz eléctrica y transporte. 79,3% de los venezolanos están sumergidos en pobreza extrema y 96,2% son pobres.


El 93 % de los hogares venezolanos sufre de "pobreza de ingresos" y 41 % padece pobreza crónica. Tenemos índices de pobreza y malnutrición tan graves que, en muchos de ellos, estamos en el mismo nivel de países africanos tradicionalmente pobres. El 8 % de los niños menores de 5 años está bajo de peso. En este contexto de carencias y deficiencias los niños son los más vulnerables.  Puede que no sea  más vulnerables  frente al Covid-19 pero si los enferma y deteriora la pobreza y sus consecuencias.

 

Es importante  tener presente a los niños y niñas  que fueron víctimas de la violencia, a los que no podrán celebrar su día porque perdieron la vida por una bala u otro tipo de agresión que truncó sus sueños. No olvidemos los niños que sufren maltratos y abusos por parte de personas de su entorno familiar.


Sus muertes y maltratos no pueden ser ignorados y pasar al olvido sin que se haga justicia y se implementen políticas públicas con programas de prevención y defensa del derecho a la vida y a la salud física psicosocial. 

Este día en el que la palabra niño se hace visible  nos debe motivar a mantener ese sentimiento de reconocimiento, acercamiento empático y respeto durante el resto del año.

 

Hasta la próxima resonancia

VACACIONES EN CUARENTENA

 

Óscar Misle

 

De las clases en línea pasamos a las vacaciones  virtuales. Una transición compleja.  Ha sido  un proceso difícil para las familias lidiar con las asignaciones escolares en la casa.  Se pretendió convertir cada casa en una escuela y las familias se quejaron porque no tenían las competencias para convertirse en maestros con las  herramientas necesarias  para acompañar a sus hijos en las asignaciones académicas.

Hay que reconocer que  ha sido heroico para los niños y adolescentes estar  más de cuatro meses aislados, sin poder contactar físicamente a sus compañeros de clase, amigos, familiares, sin poder salir a un parque o realizar un paseo como                la forma de  prevenir el contagio con el coronavirus.

Hemos vivido en la familia momentos de mucha tensión por todo el estrés que genera la incertidumbre de no tener respuesta a las preguntas que nos hacen nuestros hijos en relación a cuándo terminará esta situación y podremos volver a la normalidad.

Ciertamente hubo un proceso de flexibilidad en algunos centros educativos después de darse cuenta del exceso en el que  cayeron al inicio de la cuarentena;  sin embargo hubo casos en que se mantuvo la inflexibilidad y las quejas de los padres y representantes por el agotamiento que exigió asumir esta responsabilidad. .

 

Cierre de ciclos

Al finalizar el año escolar es importante el cierre de ciclos,  entendiéndose por ello el mantener  la simbología y rituales  propios de estos momentos. Felicitar a los niños y adolescentes por haber logrado culminar su año escolar en estas condiciones, con gestos y detalles que hagan visible el orgullo de saber que lo lograron es importante para su motivación, especialmente  ahora que se inician las vacaciones virtuales.

 

Este período por su particularidad  requiere hacer un cambio en la rutina.  Las asignaciones escolares ya cumplieron su momento. No podemos caer en la tentación de pensar que para ocupar es el tiempo deben seguir haciendo tareas de contenido académico.

Las tecnologías seguirán siendo las aliadas para que los niños puedan seguir vinculándose con sus compañeros, amigos,  familiares y una alternativa para  su recreación,  siempre y cuando pueda haber seguimiento. Pueden quedar atrapados por las pantallas del televisor, computadoras, video juegos, intoxicándose de contenidos inconvenientes para su salud emocional

Hay que estar atentos de que lo virtual no sustituya el vínculo y la comunicación  con las familias, el  compartir actividades, intercambiar…

Si hay cambios en el estado anímico por la frustración de no poder hacer en vacaciones lo que usualmente hacían  y esto le genera tensiones hay que buscar espacios para conversar y poner en palabras lo que emocionalmente sienten.

Nos toca una situación muy compleja por las carencias y deficiencias de servicios públicos, conectividad, limitaciones económicas, que pueden afectar la convivencia familiar y comunitaria.

En Cecodap contamos con un servicio de Atención Psicológica  (la solicitud se realizar por WhatsApp al 0424 2842359)  para la atención gratuita, psicosocial  de niños y adolescentes.     

Se suelen esperar con ansias las vacaciones. Un momento  que nos permita cambiar la rutina, hacer cosas distintas y emocionantes que le pongan color  a la cotidianidad.

Sin embargo, en estos momentos el reto es mayor para las familias.  Este largo período de vacaciones puede convertirse en un “dolor de cabeza” al no saber qué hacer con sus hijos, especialmente si les toca trabajar.

En estos períodos por la cantidad de tiempo libre, la dinámica familiar cambia, los horarios se tornan más flexibles a la hora de levantarse o ir a la cama, comer, recrearse o jugar; estos cambios pueden generar estrés, a veces difícil de manejar.

Puede preocupar que tanto tiempo de ocio haga que olviden lo que aprendieron durante el accidentado año escolar y les asusta que “pierdan tanto tiempo” y surge la tentación de ponerlos a realizar actividades de nivelación inscribiéndolos en cursos y talleres en línea. Iniciativas que no suelen ser muy del agrado de los niños y niñas pues sienten que les impide hacer un corte que permita experimentar con actividades diferentes a lo que comúnmente se asignan  en la escuela.

¿Qué podemos hacer?

Convertir el arte un en aliado estimulándolos a que se expresen con dibujos que pueden convertirse en cuentos que se compartan con la familia. Podrían realizar tarjetas, cuadros con imágenes o escenas que obsequien a sus seres queridos o para decorar su habitación.

Convertir las manos en posibilidades para crear realizando manualidades sencillas, títeres, porta retratos, porta lápices…

Aprender a tocar un instrumento musical, participar en clases virtuales  de danza o cualquier otro baile que sea de su interés.

Colaborar con las tareas del hogar y compartir, en horarios acordados y que tengan como compensación el estar juntos, comunicarse mientras realizan las actividades domésticas.

Redecorar el cuarto o algún lugar de la vivienda con el apoyo de los adultos pueden organizar la habitación de forma diferente, seleccionar lo que ya no utilizan y si está en buen estado donarlo y de esta forma se estimula la solidaridad.

Ver películas juntos, reflexionar sobre el contenido, los personajes, la trama, para identificar qué opinan y sienten sobre lo planteado. Se puede estimular su imaginación preguntándoles qué hubiesen hecho ellos y ellas en esa situación.

Participar en planes vacacionales virtuales. Son una buena oportunidad para que los niños y las niñas puedan recrearse y socializar a distancia con otros niños y niñas. Se puede investigar que organizaciones o empresas tienen propuestas en este sentido. Cecodap está organizando uno que próximamente informará por sus redes o por su página www,cecodap.org     

Visitar familiares, pasar unos días juntos, como por ejemplo, tíos, primos para compartir y propiciar el acercamiento.

Mantener las medidas de prevención. Lavarse  las manos con agua y jabón, usar tapabocas, mantener la distancia física debe ser permanente durante este periodo especialmente cuando haya la necesidad de salir a la calle.

Hasta la próxima resonancia  

VIOLENCIA. HAY QUE HABLAR CON LOS NIÑOS

  Óscar Misle Óscar Misle Los recientes enfrentamientos armados en la Cota 905 y comunidades aledañas y los operativos que se van realizan...